El deseo de conocer cómo era la vida en los territorios indígenas motivó a un médico hace 26 años a hacer su servicio social en Talamanca y quedó enamorado de esa comunidad y sus pobladores, al punto que hoy desarrolla su vida en esta región del país.
Desde entonces, ha trabajado con pasión y mística, respetando la autonomía hacia los pobladores indígenas y esto le fue reconocido la semana anterior, cuando le otorgaron un Honoris Causa por el Claustro Académico Fiat Lux de México.
El doctor Efraín Retana, quien trabaja como coordinador del ebáis China Kichá en el cantón de Talamanca, conversó con La Teja, para contarnos cómo es vivir en esta zona desde que tenía 20 años. En la actualidad, este muchacho vive con su familia en Bribrí y una vez al mes viaja a El Porvenir de Desamparados, para visitar al resto de parientes.
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¿Cómo llegó?
Efraín recordó que lo primero en lo que comenzaron a trabajar fue en dotar a la zona de un ebáis fijo, porque al llegar trabajaba en uno móvil.
“Con ese ebáis íbamos el lunes a una comunidad, el martes a otra y así sucesivamente. Eran puestitos que fueron instalados por la Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena Talamanca Cabécar (Aditica), pero no tenían algunas condiciones.
“A veces íbamos a alguna comunidad y no tenían luz o agua o si nos desplazábamos algunas personas se quedaban sin atención y en el 2009 logramos construir una sede fija, que se ubica en territorio cabécar, y así garantizamos una atención oportuna a todas las personas”, relató.
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Cuando Efraín llegó no dominaba el idioma y poco a poco ha aprendido cabécar y el apoyo de sus colaboradores ha sido importantísimo.
“Hay cosas muy positivas, dentro del personal cuento con colaboradores cabécares y bribríes y hablo algunas cosas básicas”, afirmó.
Retana destacó varias cosas positivas de trabajar con esta población y el intercambio de culturas.
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“Comenzamos a aprender sobre medicina tradicional, sobre las dietas y no es solo sobre las comidas, sino de los ritos que ellos tienen y que deben ser respetados.
“Nosotros no imponemos, siempre procuramos respetar la cultura y las tradiciones de los pobladores de acá y esto ha fomentado la participación comunitaria, los líderes, grupos de mujeres y médicos tradicionales han ido construyendo el proceso de adaptacion de salud”, explicó.
Sazoncito
En la actualidad, Efraín trabaja con unas 11 personas y atienden a 4 mil habitantes. El ebáis abre de lunes a viernes y brindan los servicios de odontologia, farmacia, medicina familiar, laboratorio. El servicio de trabajo social hace giras y las enfermeras osbtetras realizan los papanicolaus.
“La mayoría de las atenciones que recibimos son de personas que tienen desde una gripe hasta insuficiencia respiratoria en niños y adultos, enfermedad diarreica, parasitosis, enfermedades de pie, hongos o infecciones, alergias y también enfermedades músculo-esqueléticas, lesiones y personas contagiadas con dengue”; destacó.
El doctor Retana es conciente de que atiende personas que muchas veces se arraigan a sus costumbres y por eso, junto a ellas, trabajan para respetarlos y darles un acompañamiento integral.
“Es importante que el paciente tenga claridad de los efectos de los medicamentos y nosotros somos conscientes si sabemos que una persona recurre a la medicina tradicional, pero el éxito es mantener ese equilibrio, respetando la cultura. Obviamente, le ponemos ese sazoncito, buen tratado y uno se va adaptando a ciertas cosas dentro del sistema”, comentó.
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Para todos
Más allá de echarse flores, el doctor resaltó que esto lo inspira a seguir adelante.
“El reconocimiento ha sido de mucho significado, porque ha motivado a mis compañeros a seguir trabajando en esta lucha, es un premio al esfuerzo que hacemos los trabajadores de la Caja porque queremos trabajar de acuerdo a los principios de la institución: respeto, humanismo, valores.
“Mis compañeros hacen un esfuerzo para dar una atencion integral a la población de Talamanca y el reto es que este ebáis pueda trabajar bajo un enfoque más indígena, hemos venido trabajando en el proceso. Trabajamos para dar el servicio, porque la atención en salud es universal, pero queremos hacerlo siempre respetando sus derechos y su cultura”, manifestó.
El doc también nos contó qué es lo que más lo ha impactado en esta linda aventura.
“De las cosas que me ha impactado mucho es la solidaridad entre el pueblo, el amor hacia el prójimo. A uno lo llena mucho, el amor con el que te reciben, el apoyo, ver que cuando llegas a una casa para hacer visitas domiciliarias te reciben con algo de comer.
“Eso me ha llegado al corazón porque me hacen sentir parte, te vuelves parte de la comunidad”, destacó.