El paso del covid-19 tuvo distintas etapas y no dejan de notarse sus efectos, pues una vez superada la emergencia como tal de los casos y el golpe económico que provocó, podemos descubrir otras consecuencias.
Así lo hizo el epidemiólogo Ronald Evans, quien analizó las cifras de los últimos 21 años y detectó que entre el 2020 y 2021, las tasas se dispararon de 22,6 a 32,7 por cada cien mil habitantes, una diferencia significativa de 10,1 en tan solo dos años.
Y lo peor es que la hipertensión es el principal factor de riesgo de las enfermedades crónicas e incluso, cuando se toma en cuenta su aporte a la carga de la enfermedad (discapacidad y más años de vida perdidos), se considera a la presión alta, como el factor de riesgo de enfermedad global número uno.
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Pero ¿por qué se disparó tanto este número? Según el doctor Evans, la reducción de la actividad física es la principal causa.
“Durante la pandemia, disminuyó en todos los sentidos la movilidad personal. La gente no salió a pasear, caminar, visitar los parques y alamedas, la visita a los gimnasios descendió brutalmente, se hizo menos deporte, hasta disminuyeron las compras personales en supermercados, farmacias, centros comerciales, etc”, detalló el especialista.
Y además, otra causa del aumento de hipertensos es la obesidad, porque con el teletrabajo, muchos además de tener un comportamiento más sedentario, aprovecharon para comer bastante y subieron de peso.
Finalmente, el temor a enfermar, la pérdida de empleo y la disminución de los salarios provocó más estrés, ansiedad y depresión en las familias, que también impactan la salud.
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