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Ifigenia Quintanilla, nueva directora del Museo Nacional, comenzó a trabajar para que la plaza de la Democracia, administrada por ellos, se aleje de la idea de muerte que a principios de mes le cayó por las muertes de los jóvenes Manfred Barberena y Marco Calzada.
Si bien a ellos nos los atacaron en la plaza, Marco sí pasó por allí y Manfred fue apuñalado relativamente cerca.
A lo primero que le entraron desde el museo fue a la iluminación nocturna de la plaza. Hace dos semanas, de la mano con la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, repusieron bombillos quemados y se corrigieron un par de cortocircuitos en la instalación.
“El Museo Nacional se está organizando y para eso coordinará con los negocios que quedan alrededor de la plaza y con la Asamblea Legislativa para meterle vida al lugar. Tenemos un problema y es que por el lado de avenida Central quedó un tapón, la gente no circula, esa parte merece atención.
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A la directora le duele que durante muchos días, a principios de mes, al hablar del último recorrido que hizo Marco Calzada, se señaló que el joven cruzó por la plaza de la Democracia.
“Hay que devolverle la vida a la plaza y devolverle la seguridad. La seguridad, estoy segura, es la gente. Tenemos que llenarla de gente, de arte, sobre todo en la noche, porque ahora resulta que a la gente le da miedo pasar por ahí.
“Ya tuvimos una reunión con los coordinadores de Pausa Urbana, con cuenta cuentos; en fin, habrá reuniones con diferentes grupos para poder llenar de arte y de alegría la plaza”, explicó.
Pausa urbana es una fundación que une diferentes tipos de arte. Está integrada por profesionales y estudiantes de arquitectura, artes, ciencias sociales y derecho y artistas.
“Por supuesto que queremos la seguridad policial, de la Fuerza Pública y Policía Municipal, pero también queremos la gran seguridad que da la gente. Es importante entender que los jóvenes tienen que salir de noche, no quieren quedarse encerrados en sus casas. La gente en general quiere salir y quiere hacerlo en espacios públicos, por eso es que debemos volvérselos seguros”, dijo doña Ifigenia.
