De los 15 funcionarios del hospital San Carlos que fueron suspendidos sin goce de salario por rechazar la vacuna contra el covid-19, este jueves ya solo faltaban siete de recibir el medicamento.
Así lo confirmó Édgar Carrillo, director del centro médico y quien dijo que esperan que pronto estén reincorporados todos los trabajadores.
Carrillo explicó que los funcionarios que faltan por vacunar son administrativos y que las suspensiones no afectaron en nada el funcionamiento del hospital.
“Apenas se vacunan pueden retomar sus labores y se quita la suspensión salarial. Sé que muchos de los compañeros de estas personas que se negaban a vacunarse han hablado con ellas para aconsejarlas y poco a poco han bajado la resistencia, pero todavía faltan algunos.
“Hoy en la mañana (jueves) me dijeron que una funcionaria aceptó vacunarse contra el covid-19, pero el esposo no la deja. Eso es algo muy serio porque están en juego la salud y la vida de ella, nadie tiene el derecho de prohibirle a su pareja este tipo de acciones”, manifestó.
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Muchas excusas
La CCSS informó el 3 de febrero que ya se había dado suficiente tiempo para que todo el personal que dudaba si vacunarse o no se informara y que no esperaría más; por lo tanto, los funcionarios que aún no tengan el medicamento serán suspendidos.
El director del hospital San Carlos dijo el miércoles que a esos 15 funcionarios les dieron dos días hábiles para aplicarse la primera dosis. Si se negaban, la institución empezaría un procedimientos administrativos para establecer las sanciones que correspondan, entre las cuales se encuentra el despido sin responsabilidad patronal.
Carrillo dice que las excusas dadas por algunos trabajadores para no vacunarse contra el covid son las mismas de cuando empezó la aplicación del medicamento.
“Algunos argumentan que por temas religiosos no pueden vacunarse, otros se inclinan por las teorías conspirativas de las que andan hablando los grupos antivacunas, pero todas esas cosas no tienen fundamento científico”, aseguró.
Meses atrás se dio a conocer que un ingeniero en sistemas que trabaja en ese hospital sancarleño no quería vacunarse por temor a que un satélite ruso lo rastreara.
Semejante idea se suma a un larga lista de falsedades como la producción de magnetismo, que causan autismo, esterilidad o que con ellas implantan microchips.
Al 30 de setiembre del año pasado eran 30 los trabajadores del hospital San Carlos que no querían vacunarse, lo que lo colocaba como el centro médico con más resistencia.
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Castigo necesario
Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional, dice que desde que el Gobierno declaró obligatoria la vacunación de funcionarios públicos cualquier patrono tiene la posibilidad de castigar a los que se nieguen a ponerse el medicamento, sobre todo los de Salud, que tienen contacto con personas vulnerables y con mucho mayor razón deben cumplir la orden.
“Quien sabe que si no se vacuna se expone a una sanción y aún así no quiere vacunarse, entonces está aceptando el castigo porque ya está avisado, es una desobediencia”, manifestó Romero.
El epidemiólogo Yayo Vicente nos recuerda que la vacunación es esencial para superar la pandemia; sin embargo, él no está de acuerdo con sancionar a los trabajadores de la salud que rechazan el medicamento.
“Estoy en contra de las acciones compulsivas cuando se requiere que la población coopere. Simplemente no es la mejor estrategia. Cuando se obliga la participación, se entra a una actitud de rebeldía. Cuando se convence y se le agrega sanción social, hasta las chimeneas dejan de fumar”, expresó el especialista.
La Teja consultó a la CCSS cuáles otros centros de salud han tenido que suspender funcionarios, pero no dio el dato.
El hospital San Carlos tiene ahorita 33 pacientes internados por covid-19 y solo cuatro camas disponibles. De las personas hospitalizadas nueve están en condición severa, 17 en moderada y siete estables. 21 de estas personas no están vacunadas.
En los últimos días tuvieron que hacer cuatro traslados de pacientes con coronavirus a hospitales capitalinos debido a la saturación que tiene el centro médico.