De forma contundente, con 40 votos a favor, los diputados aprobaron, este jueves, en primer debate, el proyecto para meterle tijera a las pensiones de lujo.
El plan busca meterle un cobro solidario y recortar las pensiones de lujo, el proyecto fue presentado por la diputada restauracionista Xiomara Rodríguez (expediente 21.035).
Ahora se cobrará contribución especial solidaria a partir de ¢2,2 millones en los regímenes del Magisterio y Gobierno, y desde los ¢2,6 millones a los pensionados de la Corte.
Actualmente se cobra a partir de los ¢2,7 millones a los pensionados de Gobierno; desde los ¢3,9 millones en el Magisterio Nacional, y después de los ¢4,4 millones en el Poder Judicial.
Por ahora esta deducción se la hace a menos de 1.000 pensionados de lujo.
Aunque el texto original equiparaba el cobro para todas las pensiones de lujo a partir de ¢2,2 millones, como parte los cambios que tuvo la iniciativa, los legisladores decidieron subir el rango a ¢2,6 millones en el Poder Judicial.
Rodríguez destacó que, aunque el proyecto ha pasado por una serie de ajustes, está satisfecha con lo obtenido, pues, según ella, la iniciativa ahorrará al Estado más de ¢240.000 millones en el tiempo.
Muñoz quería cortar más
Como parte de la votación de este jueves, el diputado socialcristiano Pedro Muñoz presentó seis mociones para cambiar algunos artículos y agregar dos nuevos al texto pero todas fueron rechazadas. Solo las aprobaron los siete diputados del PUSC.
Una de las mociones de Muñoz proponía cobrar la contribución especial solidaria a los pensionados de los tres regímenes a partir de ¢1,6 millones.
Yorleny León, presidenta de la Comisión de Asuntos Sociales, donde se ha discutido el proyecto de ley, argumentó que aunque valoraba la iniciativa de Muñoz, votaría las mociones en contra debido a que estas no tenían sustento técnico.
De hecho, le sugirió al congresista convertirlas en un proyecto de ley.
Por su parte, José María Villalta, del Frente Amplio, manifestó el mismo criterio. Dijo que a pesar de que está a favor de tasar las pensiones de lujo, no le parece apropiado sorpresa sin estudios actuariales ni análisis riguroso.
El argumento de la moción era que el cobro se hiciera sobre los montos de pensión que superaran las 15 líneas de pobreza urbana del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Una línea de pobreza urbana del INEC corresponde a ¢112.317.
Otra de estas mociones porponía que, a partir de ahora, el tope máximo para las pensiones de los tres regímenes sea de ¢2,2 millones, que correspnde a 20 veces la línea de pobreza urbana del INEC.