El diputado Jonathan Acuña, de 34 años, nació en Concepción de San Rafael de Heredia, en medio de campos agrícolas y toda su vida ha sido bien empunchado.
Él se confesó con La Teja y contó muchas cosas sobre su vida personal, entre ellas unas torta que se jaló cuando trabajó con cajero en una pulpería, por qué tiene el pelo largo y las cosas que le dice la gente cuando viaja en tren.
— ¿Cómo fue su niñez?
Vengo de una familia de de agricultores, mi bisabuelo tenía un pequeño cafetal y en su momento tuvo un trapiche. Mi papá también aprendió a sembrar. Crecí en el campo, era normal que trabajáramos la tierra nosotros también, acompañábamos a mi papa en las labores más pequeñas.
Estudié en la Escuela Concepción de San Rafael, recuerdo esa época como algo bonito, pero también fue el momento de darme cuenta que había cosas que me indignaban, como ver tanta gente trabajadora a mi alrededor a la que le costaba tanto la vida.
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— ¿Qué trabajos ha tenido?
Fui vendedor en la feria del agricultor con mi papá, vendíamos hortalizas, esta etapa la disfruté mucho porque me gustaba ver el colorido y el ambiente de la feria. También íbamos a vender productos a Cenada.
Luego, desde que tenía como 15 años, trabajé de cajero en una pulpería, se llama Abastecedor Comercial El Trapiche, todavía existe, aunque ya cambió de dueños. Estuve ahí mientras estaba en el colegio y mientras sacaba mi carrera universitaria (estudió Economía), yo era el ‘flaco de la pulpe’. Luego fui mandadero de un abogado, así conocí San José.
— ¿Tiene alguna experiencia curiosa con esos primero trabajos?
(Ríe) Casi arrancando en la pulpería me jalé una torta, fue algo así como el meme ese de ‘mi primera chamba’, a la pulpería le dieron patente de licores y entonces empezó a entrar ese tipo de mercadería.
Un día estaba acomodando unas botellas de vino y por torpeza mía y por tratar de agarrar varias a la vez, se me cayeron dos, hice un desorden tremendo, había vino por todo lado, el piso quedó lleno de miel y aprendí que cuando se trata de botellas, es mejor ir con paciencia.
— ¿Cómo se acercó a la política?
Cuando estaba la gran discusión sobre el TLC yo estaba en la universidad y ahí empecé a vincularme con la movilización en contra del TLC.
Entré al Frente Amplio hasta en el año 2013, me sentí muy a gusto porque acaba de graduarme y me tomaron en cuenta para participar en la construcción de su programa, me sentí escuchado y tomado en cuenta.
— ¿Qué ha sido lo más difícil de ser diputado?
Creo que conozco bastante bien cómo funcionan las cosas dentro, cuál es el proceso legislativo porque fui asesor en las dos administraciones anteriores a esta, pero creo que lo que es una novedad para mí es tener exposición pública. Seguramente hay políticos que disfruten de eso, no es que me sienta mal por la exposición pública, pero no es como lo que más me interesa, me gusta más como el trabajo de fondo, lo mío no es esa explosión pública.
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— ¿Está trabajando algún proyecto de ley que impacte directamente a la población?
Es necesario cambiar el modelo de financiamiento de los programas sociales de la solidaridad en este país. Estamos realizando una investigación con el objetivo de poder tener y poner sobre la mesa una iniciativa que sirva para que arranquemos un proceso de diálogo. Se requiere de un gran acuerdo nacional.
— ¿Qué planes tiene para cuando deje de ser diputado?
Yo he trabajado de la vida entera, así que pienso volver a trabajar en mi campo (la economía). Me gusta muchísimo dar clases, también eso me gustaría.
— ¿Qué planes tiene para la Navidad?
Pasarla con mi familia, mi esposa y mi tres hijos, no vamos a salir de la GAM, seguro nos quedaremos en casa descansando, ponemos la piscina en la cochera y ahí las chiquillas (Isabel y Sofía) disfrutan bastante. Seguro haremos paseítos cortos, no iremos lejos porque tenemos un hijo bastante pequeño (Sebastián, de nueve meses).
— ¿Cuál es el legado que quiere dejar como diputado?
Quisiera que la imagen que quede sea la de que uno ha realizado un trabajo serio, respetuoso, que más allá de que toda la ciudadanía vaya a estar de acuerdo con uno, que es imposible, la gente reconozca que mi trabajo fue sincero.
— Usted viaja en el tren que va a Heredia, ¿qué le dice la gente cuando lo ve?
Me hablan sobre el tema que está de moda en la semana, los audios del presidente, por ejemplo, me preguntan qué opino sobre eso. En otras ocasiones la gente quiere conversarle a uno sobre sus casos particulares, por ejemplo, las personas adultas mayores hablan de sus pensiones, lo bajas que son muchas, lo que tardan en obtenerlas y cosas así.
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— Me llama la atención que tiene el pelo largo, eso no es común en un diputado, ¿por qué se lo dejó crecer?
Siempre lo he tenido largo, no sé si recuerda el peinado del Pato (Wílmer) López, así andaba yo de niño. Luego, ya más grande me dejé crecer el pelo y tengo muchísimos años de tenerlo largo. Me lo corté cuando salí de la universidad para para buscar trabajo, pero no encontré como economista directamente, luego encontré cuando me deje crecer el pelo.
Creo que la Asamblea Legislativa tiene que tiene que ser un reflejo de la diversidad del pueblo y en el pueblo hay gente con más pelo y gente con menos pelo, gente que piensa de una manera o de otra, una más joven y otra menos joven y toda esa diversidad debe estar aquí bien representada.