En días pasados un amigo me comentaba que estaba cansado de llenar y dejar solicitudes de empleo en instituciones tanto del Gobierno como comerciales. Es increíble, pero a sus 45 años ya nadie le da pelota, como decimos en Tiquicia. En todas partes le reciben bien la documentación y con una leve sonrisa simplemente le han dicho: “no llame, nosotros lo llamamos”. Y es que, aunque ustedes no lo crean, no importa si se es hombre o mujer, si pasa de los 40 años es toda una odisea tener el sagrado derecho a un trabajo digno. Pasa en Costa Rica y en casi todo el mundo. Ya no se toman en cuenta la sabiduría y experiencia que tiene una persona a estas edades. El decir de muchísimos empleadores es “queremos sangre nueva” sin tomar en cuenta que, aunque las personas jóvenes sean graduadas, aún no cuentan con rodaje para ejecutar bien su tarea desde un principio.
Edwin Cruz Villegas
Puente derrumbado
En Tigrito de Comte, en Pavón de Golfito, Puntarenas, se cayó un puente hace cinco años debido a la crecida de un río. Por ahí pasan colegiales y niños de escuela todos los días y cuando llueve, se llena y para pasar hay que poner una regla, peligrando caer. Ya nos pasó con una mujer y un niño, además de un carro cuyo conductor no conocía la zona. Hace casi dos años que vino el alcalde a pedir votos para que le ayudáramos a ser electo, prometiendo como todos los políticos, que lo primero que iba hacer era levantar el puente y ya casi deja el puesto y no ha cumplido. Nos pidió que formáramos un comité de caminos para acelerar las cosas, pero cumplimos y no cambió nada. También dijo que se había incluido el puente como daño causado por el paso del huracán Otto y que lo habían aprobado, pero quién sabe qué se hizo el dinero porque nunca llegó.
Ronny Sandí Sanabria