La guerra de Daniel Ortega contra la Iglesia católica de Nicaragua continúa, esta vez el dictador acusó a la institución eclesiástica de supuesto lavado de dinero y ordenó congelar las cuentas bancarias.
Recientemente a través de un comunicado la Policía de Nicaragua informa sobre la supuesta actividad ilícita en el manejo de fondos y cuentas bancarias que supuestamente habían pertenecido a personas condenadas por “traición a la patria”, es decir opositores que fueron expulsados de ese país.
“La Policía Nacional inició investigaciones que llevaron al hallazgo de centenares de miles de dólares, escondidos en bolsas ubicadas en instalaciones pertenecientes a diócesis del país”, reza el comunicado policial.
De acuerdo con el comunicado oficial los supuestos hallazgos y las investigaciones se les comunicaron a las autoridades pertinentes que a la vez iniciaron sus propias investigaciones, de acuerdo con la ley, para ubicar y cancelar los actos ilícitos cometidos por personas vinculadas a las diócesis.
“El resultado de las investigaciones confirmó la sustracción ilegal de recursos de cuentas bancarias que se había ordenado por ley congelar, así como otros ilícitos que todavía están siendo investigados como parte de una red de lavado de dinero que se ha descubierto en diócesis de distintos departamentos”, señalan.
Cuentas bancarias congeladas
También señalan que la Superintendencia de Bancos solicitó a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y al cardenal Leopoldo Brenes, la presentación de los documentos que muestren los movimientos de las cuentas bancarias de las diócesis, de manera que se cumpla en todo momento con las leyes del país, evitando los supuestos actos ilícitos que se han venido cometiendo.
Según la policía sandinista, la investigación está relacionada a la misma condena por traición a la patria impuesta a monseñor Rolando Álvarez, el obispo que fue condenado a 26 años de prisión de manera ilegal.
“Se ha informado en todo momento del curso de las investigaciones y se procura aclarar e informar sobre todo lo pertinente a esta situación anómala que se deriva de los actos de traición a la patria, juzgados ya, y cometidos por personajes que como políticos han violentado criminalmente todos los ordenamientos jurídicos, financieros, sociales, del estado y el pueblo nicaragüenses”.
Por su parte, el cardenal de Nicaragua Leopoldo Brenes aseguró a medios nacionales de la vecina del norte que desconoce los pormenores del tema y que se enteró a través de las noticias.
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“Me habían dicho de la suspensión de las cuentas, pero no sé si a la presidencia le han informado otra cosa. Solo lo de las cuentas de las parroquias y eso es lo que estamos viendo”, dijo el jerarca.
Por su parte la iglesia en Costa Rica continúa orando por su pueblo hermano de Nicaragua y por la situación que viven sus obispos y feligresías.