Don Mario González es un dibujante que en ocasiones usa al centro de San José o el de Escazú como su oficina y para algunos de sus trámites agarra los teléfonos públicos que están en el parque.
Este dibujante ofrece su arte a las personas que caminan por Chepe o Escazú. Él hace retratos serios y le quedan muy puras tejas. Tiene un teléfono celular al que usted lo puede llamar si ocupa un muy buen retrato, al 6433-5397.
Además, el artista aprovecha los beneficios de los teléfonos públicos para comunicarse con ciertas personas que, incluso, justo como pasaba en los ochentas y noventas, hasta se saben el número del público que don Mario atiende de vez en cuando.
“Es muy difícil que los teléfonos públicos desaparezcan, porque todavía quedamos muchas personas que los usamos todos los días. Ya uno sabe dónde ubicarlos y dónde comprar tarjetas”, explica el dibujante.
Así como don Mario hay cientos de personas en todo el país que dependen para comunicarse de los teléfonos públicos.
A los seis teléfonos públicos que hay en el parque Central de San José, también llegó doña Ana, solo así nos dejó nombrarla. Llegó a las carreras, porque necesitaba llamar a una hermana con la cual se tenía que ver.
“No los cambio, la llamada no se corta, siempre le escuchan a una, en cambio con los celulares le oyen a uno a pedazos, que va, no me gusta”, aseguró.
Arturo es de Paso Ancho y vende tarjetas telefónicas para que la gente pueda usar los teléfonos públicos y nos asegura que le va bien con la venta.
“Todos los días vendo y vendo bastante. Las tarjetas tienen mucha salida. A pesar de tantísimo celular, y hasta yo me extraño, la gente sigue hablando por teléfonos públicos”, asegura don Arturo.
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El Museo Histórico y Tecnológico del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) explica: “El ICE instaló los primeros 450 teléfonos del programa de telefonía pública en 1966.
“Ya en 1980 había 1.781 de estos teléfonos, distribuidos por todo el territorio nacional. Para ese mismo año Costa Rica contaba con el mejor y más eficiente sistema de telecomunicaciones de toda América Latina.
“La telefonía pública fue uno de los pilares de ese desarrollo, ya que permitió que todos los costarricenses tuvieran al alcance este servicio sin importar la ubicación geográfica en la que se encontrara”.
Agrega el Museo que la mayor parte de los públicos funcionaban con monedas de 25 y 50 céntimos y de 1 colón.
El sistema telefónico de Costa Rica constaba de 6 dígitos en las décadas de los sesenta, setenta, ochenta y los primeros años de los noventa. En 1994, se realizó el cambio a 7 dígitos y, en 2008, a 8.