El cantautor católico costarricense Álvaro Antonio Solano, de Gravilias de Desamparados, tendrá el 26 de octubre un gran honor: cantará un tambito en los jardines del Vaticano.
Lo hará en medio de la develación de un mosaico sobre la virgen de Los Ángeles que estará en un muro antiguo del jardín conocido como Vía de la Madonna. La obra fue hecha por la tica Paula Sáenz, artista especializada en arte religioso.
El tambito es un ritmo musical propio de Costa Rica.
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“Oh salve Reina y Virgen de los Ángeles”, es la canción que interpretará Álvaro, quien dice: “Es un honor representar al país en esta actividad histórica y además me llena de orgullo porque la canción nos identifica a los costarricenses.
Puede oírla aquí:
Cuenta que el tema nació de la veneración por la Virgen de Los Ángeles como un símbolo de fe, esperanza, amor y protección.
“A ritmo del tambito, que identifica nuestro folclor, le cantamos a nuestra Negrita motivando al fervor y la fe de los ticos” agregó este artista, que es sicólogo y da clases en la Universidad Fidélitas.
El tema fue escrito y producido por Álvaro. Fue estrenado en agosto del 2017 y llegó a estar entre los más solicitados en radio Fides (93.1 FM); ha sido interpretado en los principales escenarios del país y sonó en la Jornada Mundial de la Juventud del 2019 en Panamá.
La canción es la principal del disco “Mi inspiración”, ganador en el 2020 del premio de la Asociación de Autores y Compositores Musicales de Costa Rica (Acam) en la categoría de música religiosa.
“Mi inspiración” es el cuarto disco de Álvaro, “Obstinado de amor” fue el primero (en el 2001), “Reportándose” 2013) fue el segundo y “Mi regalo” (especial navideño, 2015), el tercero.
Después de la invitación para cantar en el Vaticano, el cantante ha tenido que correr para encontrar el patrocinio que le ayude con los gastos de los tiquetes de avión, el hospedaje y la alimentación. Ya Camposanto La Piedad y el Centro Comercial Decosure se apuntaron a meterle el hombro.
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“Sobre cantar en el Vaticano no me siento nervioso, lo que siento es una gran alegría y un profundo agradecimiento a Dios porque Él siempre tiene misericordia de uno. En las oraciones uno le pide, pero Él siempre va adelante y da mucho más de lo que le pedimos. Él nos premia constantemente”, aseguró.
La iniciativa de colocar un mosaico sobre La Negrita en el Vaticano y hacer un acto musical fue del embajador de Costa Rica ante la Santa Sede, Federico Zamora, quien estuvo de acuerdo en que el desamparadeño interpretara su canción después de que radio Fides se lo recomendara.
Álvaro, quien canta desde los siete años, integra además el elenco de intérpretes que tiene la oportunidad de acompañar a la Orquesta Filarmónica de Costa Rica.