Arnoldo Villalta, el hombre que denunció al sacerdote Hernán Castillo por un supuesto abuso sexual, asegura haber sido engañado durante el proceso canónico que llevó en contra del cura.
El sacerdote Castillo falleció el pasado viernes en horas de la mañana. Según informó la Arquidiócesis de San José tenía Alzheimer y vivía en un albergue para adultos mayores en Pavas.
Castillo fue denunciado canónicamente el 17 de junio del 2017 por supuesto delito de abuso sexual contra dos personas menores de edad; los hechos se remontaban a 1983.
La Iglesia sostiene que el proceso de investigación estaba en su última etapa, es decir “en el periodo en que el defensor del acusado presenta su defensa. Luego de esto, el obispo enviaría el expediente a la Congregación para la Doctrina de la Fe”, indicó Jeison Granados, vocero de la Curia.
Víctima denuncia presuntos abusos sexuales contra sacerdote Hernán Castillo
Posted by La Teja on Thursday, February 21, 2019
Sin embargo, ante la situación de su deceso el caso queda archivado.
Villalta aseguró que a él en ningún momento le pidieron otras declaraciones, que ambos denunciantes las dieron al inicio del proceso y no fueron notificados de esa “última etapa para presentar la defensa ” o alguna otra indagatoria.
Por el contrario, Villalta sostiene que hace un mes, el vicario Alejandro Jiménez, quien lleva el caso como juez canónico, le aseguró que el proceso había culminado y fue enviado al Vaticano. Agregó que por correo electrónico solicitó los expedientes para tener un respaldo, pero indicó que no se los enviaron.
Por esta razón sostiene que se siente engañado por la Iglesia Católica y que exigirá respuestas.
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“Yo estoy esperando la respuesta de la Congregación, lo que ocurrió no se borra, es imborrable para una persona que le dejó una marca a uno”, indicó este administrador.
Denuncia civil
El denunciante sostiene que necesitaba esa respuesta de Roma para presentar la demanda civil en contra de la Iglesia, la cual iba a ser de más de cien millones de colones por víctima; sin embargo, sostiene que convenientemente atrasaron el proceso para que terminara como culminó, en nada.
La Teja consultó sobre estos cuestionamientos a Jeison Granados, vocero de la Curia, quien indicó que no se referirán al tema por estar el caso archivado.
Eso sí, sostuvo que el proceso diocesano se llevó con mucho atraso “por causas ajenas al Tribunal Eclesiástico”. Agregó que en el caso de haber sido enviado a Roma, con la muerte del acusado la causa se extingue.
Hernán Castillo no ejercía cargos pastorales desde hace varios años por “su precaria salud”. Durante la visita del papa Juan Pablo II al país, en 1982, él fue el vocero de la llegada.