Comenzó mayo, comenzaron las lluvias y nos llegaron los abejones, lo que se ha convertido en un dolor de cabeza para muchas personas porque sus mascotas se dan gusto comiéndoselos.
La doctora en veterinaria Johanna Rojas nos explica que esos bichos no son ni infecciosos ni venenosos para los gatos y los perros de los hogares, pero, dependiendo de cada mascota, podría causarle problemas de indigestión si se pega la gran comilona.
“Hay que tener cuidado con la cantidad que comen. Los abejones no son algo que afecte a todas las mascotas, va a depender mucho de cada estómago, por así decirlo. Hay perros que se comen varios y no les pasa nada, otros con uno solo ya les da indigestión y necesitan atención”, explicó.
El problema para nuestras mascotas es que los bichos voladores andan por todos lados y en grandes cantidades, entonces sí se pueden dar un banquete a diario.
No significa que porque el misingo se comió uno hay que salir corriendo a buscar un veterinario; tampoco hay que alarmarse porque firuláis se comió tres o cuatro, lo que sí se debe hacer es estar más atento de la cuenta para notar algún síntoma de problema estomacal.
La gente que tiene mascotas en zonas rurales, donde hay cultivos cerca, debe poner especial atención a los abejones porque sus perros y gatos podrían comerse algunos que fueron “bañados” con los plaguicidas y no se murieron.
Al comerlos, las mascotas podrían verse afectadas por los químicos y presentar, hasta dos días después, síntomas como vómito, diarrea, falta de apetito, dificultad para caminar y problemas para respirar.
Por puños
A pesar de que recién se inicia el mes, se ha notado una mayor cantidad de abejones que, al menos, en los dos últimos años, por eso conversamos con el entomólogo (estudio científico de los insectos), Ángel Solís Blanco, quien explicó que se debe a que las condiciones para la reproducción el año pasado fueron muy buenas y por eso están “reventando” por puños.
“En Costa Rica tenemos aproximadamente setenta especies de abejones y todos los años para mayo salen por todo el país; sin embargo, cada vez más las luces artificiales, la pérdida de espacios naturales y los plaguicidas que se usan en la agricultura, están disminuyendo la cantidad. Siempre hay, pero ya no tantos como hace al menos veinte años”, afirmó Solís.