Nacional

Del bullying en Brasil 2014 a “jugar” en Rusia 2018

Niño que sufrió agresión porque era malo jugando fútbol ahora es un porterazo y asistirá a la Copa del Mundo

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La Selección de Costa Rica llenó de alegría a todo el país hace cuatro años con su histórica presentación en la Copa Mundo de Brasil.

Miles nos tiramos a la calle a celebrar aquel triunfo agónico ante Grecia en tanda de penales; sin embargo, había un chiquito quien en esos días estaba en el kínder y era agredido por sus compañeritos solamente porque no sabía jugar fútbol.

Cada vez que salía al recreo, Jafet Morera la pasaba muy mal porque sus compitas se ponían a jugar mejenga y cuando él se arrimaba lo hacían a un lado, le decían que era muy malo y que si quería jugar esos imaginarios partidos mundialistas tenía que ser de árbitro porque nadie lo iba a poner en su equipo.

El pequeño está en una escuela de fútbol de Saprissa. Cortesía.

Eran días muy duros para Jafet, llegaba llorando a la casa porque nada le salía en las mejengas, porque nadie lo pedía en sus equipos y porque siempre tenían palabras groseras que decirle. Incluso, hasta le pidió a su mamá, doña Ana Mejías, que lo sacara del kinder. Llegó a odiar el fútbol.

Doña Ana sabía que debía hacer algo, no podía quedarse quedita mientras su hijo lloraba una noche y la otra también. Para los dos, esos días de Mundial eran amargos, porque por el fútbol tenían problemas de bullying.

“Llegó el momento en que yo como mamá dije un definitivo hasta aquí, ya no me lo van a agredir más y me lo llevé del brazo a la Fundación Valores de Saprissa”, nos contó la mamá.

Lo llevó donde los morados porque el pequeñín tal vez no sabía jugar al fútbol, pero amó la camiseta saprissista desde siempre… la pasión la tenía.

Por esas razones hace cuatro años inició el proyecto “Jafet mejenguero”.

En la escuelita para peques de Saprissa arrancaron de cero, desde cómo se patea una pecosa. La pasión y la disciplina se unieron en el centro del pecho de Jafet y así fue avanzando sábado, que es cuando va a entrenar.

En el 2014 se acabó el kínder, pero no se acabaron los entrenamientos, por eso cuando llegó a primer grado de escuela, en el 2015, las cosas ya no eran las mismas, aquel chiquillo que había decidido alejarse de las mejengas, ahora más bien las buscaba, aquello de que era malo quedó en el pasado y el jugador que Jafet tenía adentro de su corazón saltó al terreno de juego… ¡Vamos al fútbol! Le gritó la vida entera al nuevo futbolista.

McDonald's llevará cinco "peque-mundialistas" a Rusia. En la foto, de izquierda a derecha: Julián Rodríguez, Maripaz Gómez, Jafet Morera, Jahaira Cardoza y Santiago Marín. Cortesía.

“Vieras el progreso que se le ha visto, día con día avanza. Mi Jafet pasó de no saber jugar nada a jugar ahora en todos los puestos. Le encanta ser portero, pero resulta que en Saprissa lo ponen a jugar en todas las posiciones, entonces puede atajar y también ser defensa o hasta delantero”, aseguró doña Ana.

Ahora este portero, quien desea conocer a Keylor Navas con todo su corazón, también tiene metas enormes, le encantaría jugar en el Real Madrid, ser el arquero titular de la Selección Nacional de Costa Rica y, por supuesto, ser el dueño del marco en el Deportivo Saprissa, el equipo de sus amores.

“El cambio es total, ahora llega de la escuela, descansa un ratico y de una vez se va a jugar mejenga, ahora todo es fútbol. Las bolas que tenía como nuevas ya están todas gastadas de tanto darle y darle… ahora es feliz, ya no me llora, ahora me cuenta sus goles por las noches, pero lleno de felicidad, se acabaron aquellos días de bullying”, comentó doña Ana.

Un buen portero debe tener estrella, esas pizcas de suerte que lo llevan a lugares que jamás se imaginó. Eso mismo es lo que le está sucediendo al futuro sucesor de Keylor Navas en el Madrid, como él ama el fútbol, el fútbol le dejó bien clarito que también lo ama a él

Resulta que la decisión de doña Ana de llevarlo a la Fundación Saprissa lo puso en el puritico centro del huracán de la buena suerte, sin ella saberlo.

Pues resulta que a ese lugar llegó la gente del restaurante McDonald’s, que es patrocinador oficial de la Copa de Mundo y que estaba buscando un niño con características especiales para darle un premio de oro, llevarlo al Mundial.

Doña Ana y Jafet, jamás imaginaron que las tristezas del 2014 se transformarían en tremendas alegrías para el 2018. Cortesía.

Por eso cuatro años después le volvieron las lágrimas a Jafet, pero ya no por el bullying sino por la alegría cuando le dijeron que había sido convocado a “La Sele” de McDonald’s para ir junto a cuatro chiquitos más a Rusia y saltar al terreno de juego el 22 de junio, en el estadio de San Petersburgo, acompañando a los jugadores de la Tricolor que se enfrentarán ese día a la toda poderosa Brasil de Neymar.

Entendiendo el bullying
Hay tres razones básicas para esta forma de conducta. La primera es que se trata de  niños muy chineados o mimados. La segunda es por venganza, se da cuando un niño ha sido muy bueno y por ser tan bueno fue maltratado y tuvo que aguantar esos maltrato hasta un día que dice no más y se convierte en agresor. Una tercera y muy triste razón es porque hay niños que tienen hogares donde hay mucha violencia.

“Estoy muy contento por ir a Rusia, yo amo el fútbol y poder estar con la Selección me tiene muy alegre, es increíble poder acompañar a Costa Rica en un partido tan importante, lo voy a disfrutar mucho”, nos contó este futbolista de corazón.

Pero el asunto no queda ahí, el fútbol cuando regala lo hace a manos llenas y prueba de ello es que no solo Jafet va para Rusia, la mamita quien tanto sufrió por su hijo también se pondrá la roja de todos los ticos, ella no saltará al terreno de juego, pero estará en el estadio en el que ojalá le ganemos a Brasil.

“Esto es como un cuento de hadas, no termina uno de creerlo. Cuando en Saprissa me dijeron que Jafet era el seleccionado pues me puse a llorar y cuando le conté a él también lloré, lloramos los dos de la alegría, lo vamos a disfrutar demasiado”, concluyó la mamá.

La psicóloga máster en terapia familiar, María Ester Flores, celebra el caso de Jafet, porque un caso de bullying a los 5 años es muy difícil de superar.

“Veo que este chiquito lo hizo muy bien, es un caso de éxito. Cuando las agresiones se dan a temprana edad marcan. De la misma forma, cuando se superan, marcan más en lo positivo.

"Jafet superó el obstáculo y eso lo pone dentro del grupo de niños que se vuelven personas de bien, porque ahora él tiene la sensibilidad para comprender a otros niños cuando son agredidos y siempre buscará ayudarlos, la sociedad disfrutará de un Jafet muy comprometido con los demás”, explicó la psicóloga.

María Ester comentó que esos partidos del bullying son muy difíciles de ganar, "por eso me alegra mucho que lo haya ganado y por goleada, porque ahora va para el Mundial y sé que eso lo hará crecer mucho. Ya es un triunfador, se merece el éxito”, aseguró la especialista.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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