La Defensoría de los Habitantes hizo una investigación sobre la labor del Consejo de Transporte Público (CTP) y lo que encontró no fue nada bueno.
En el examen al CTP le fue malísimo. Uno de los puntos de análisis fue la renovación de concesiones 2021-2028. La Defensoría revisó los datos del CTP al 27 de octubre del 2023 y habiendo transcurrido dos años de la renovación de concesiones, se registraban solo 22 rutas con contrato autorizado por la Aresep, faltan 266 rutas de finalizar el trámite. Esto evidencia que el proceso que sigue el CTP es demasiado lento.
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En relación con los permisos para operar una ruta de buses, al momento del estudio el CTP tenía registradas un total de 848 rutas, de las cuales 640 están en alguna de las diferentes condiciones de permiso. Incluso se observó casos en que se han mantenido con un permiso hasta por 35 años. Esto significa que por cada ruta concesionada existen 29 rutas con permiso aproximadamente.
Sobre las rutas devueltas y abandonadas, el CTP informó que 27 rutas fueron devueltas entre el 2020 y 2023 por las empresas que las operaban. Las empresas justificaron ese abandono alegando un desequilibrio económico por la pandemia, pero el CTP nunca hizo los estudios técnicos para confirmar dichas justificaciones.
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Buses viejos
En relación con la vida útil de los buses, el CTP informó que a abril del 2023 habían 254 unidades con antigüedad vencida, apareciendo incluso unidades modelos 2002 (con más de 21 años de antigüedad), 2003, 2004 y 2005 y que para garantizar la no circulación de dichos buses, semanalmente remite a la Dirección General de la Policía de Tránsito una base de datos sobre estas unidades inscritas para fiscalizar en carretera.
No obstante, la Defensoría comprobó que no existe un procedimiento claro y concertado entre las partes para la aplicación de la normativa, lo cual incide directamente en la falta de inspección y control en carretera.
En cuanto al presupuesto, el CTP argumentó una limitación de recursos económicos para desempeñar sus funciones, sin embargo, la Defensoría comprobó que en un informe de la Auditoría Interna se evidenció que el CTP tuvo debilidades en la definición de planes de trabajo durante tres años consecutivos, a pesar de que ha contado con recursos económicos para cumplir las tareas programadas.
La Defensoría le jaló el aire al CTP y le pidió a la Junta Directiva ponerse las pilas para ponerse al día en los trámites pendientes y ser más eficientes en todas sus funciones.