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Cuando era un niño, Enio Arroyo se pasaba las horas entre lápices de color, pinturas y pinceles en su casa en San Joaquín de Nicoya, y hoy está a punto de ver sus obras en una de las galerías más importantes de Estados Unidos.
Arroyo será el primer costarricense en exponer sus trabajos en la galería On The Fringe, en el famoso barrio Tribeca, ubicado en Nueva York, un espacio en el que exponen artistas emergentes. La muestra de Arroyo, llamada “De Argentina y Costa Rica a las calles de Tribeca”, tendrá más de 60 obras, todas realizadas en acrílico sobre tela.
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El pampero conversó con La Teja y contó cómo se dio la oportunidad de ver sus trabajos en la famosa ciudad gringa. La exposición estará del 10 al 16 de julio.
“Es una paso muy grande, primero para entrar a un mercado que es grande, fuerte, es muy positivo para todos, para incentivar a otros compañeros que están trabajando en el arte, representa la posibilidad de llevar a Guanacaste allá a Nueva York.
“Es una forma de representar a mi provincia, es un paso muy importante, para demostrar a otras personas que se puede vivir del arte. En mis obras encuentran elementos de la cerámica centroamericana, hago referencias a las montañas, a los colores y esto lo enfoco en las últimas 30 obras”, añadió.
Amor por el arte
Enio tiene 41 años, es profesor de artes plásticas y trabaja en actividades con niños, en diferentes comunidades.
Es hijo de docentes, tiene 3 hermanos y gracias al trabajo de sus papás, Alejo y Yolanda, tuvo herramientas para dejar volar su imaginación a través de dibujos.
“En Guanacaste es muy común ver que alguien de la familia se dedique al arte. Me gustaba hacer esculturas, trabajar con las manos y gracias al esfuerzo que hacían mis papás por darme los materiales, fue que se despertó una parte interesante en mí.
En Internet. En el sitio www.pensofino.com está la muestra completa de Enio y quienes estén interesados en sus obras podrán adquirirlas en esa página.
“Gracias a una beca pude estudiar teatro en la universidad Artes de Utrecht, en Países Bajos, regresé al país y luego me fui para Argentina a estudiar artes plásticas, estudié en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Estuve por allá durante 14 años y fue complejo, tuve muchas dificultades económicas para salir adelante allá, pero hubo personas que me tendieron la mano”, recordó.
Fue en el país sudamericano que conoció a una persona (prefirió omitir su nombre) que vio su trabajo en una galería y se interesó por su arte, hasta la fecha le ha comprado 14 obras. En la actualidad, es su promotor y quien más compra su arte.
“La primera obra que me compró se llama ‘Ladron de casas’ y se encargó de ayudarme para poder hacer esta exposición en Estados Unidos. Parte de mi trabajo se expone en una galería de Buenos Aires, en Argentina, y esta de Estados Unidos es muy importante porque se localiza en un barrio que se caracteriza por tener una fuerte presencia de galerías de arte y restaurantes”, afirmó.
En febrero pasado, este guanacasteco obtuvo una residencia (una especie de beca) llamada “Martín and Lorraine Kaminsky”, en el Centro Cultural Mana Contemporary, ubicado en la ciudad de New Jersey. Arroyo fue seleccionado entre muchos artistas postulantes para obtener dicha residencia.
“Entrar al distrito artístico de New Jersey es como un acceso al mercado de arte de Nueva York, este es el impacto que tiene el haberme ganado esta beca”, manifestó.
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El artista aseguró que expondrá 16 piezas de gran formato, es decir, que miden 1x2 metros, y otras 60 de pequeño formato, con distintos tamaños. Sus obras se hacen dentro de un estilo llamado fauvismo, que se caracteriza por exaltar los colores y se suelen abarcar retratos, paisajes y otros objetos del día a día.
Enio afirmó que su muestra va en orden cronológico y hay pinturas que las preparó hace un par de meses. Con sus trabajos quiere enfatizar sobre lo que él denomina la máscara social.
“Lo que quiero transmitir es que los seres humanos, en muchas ocasiones, construimos máscaras sociales para tratar de dar una apariencia.
“Con mi arte puedo profundizar en el subconsciente de una manera muy sutil, porque proviene de un lugar muy sincero y personal donde no me preocupa si provoco alegría, tristeza, miedo, ira, alucinación, vergüenza, o una mezcla de todos ellos”, destacó.
