Xinia Vásquez es directora general de la Academia Nacional de Policía y su voz aparece en una serie de testimonios que se recopilaron para hacer un documental y un libro, en los que se cuentan las luchas que emprenden, a diario, las mujeres que forman parte de los cuerpos policiales.
Vásquez, quien trabaja en el Ministerio de Seguridad Pública desde 1990, forma parte del documental “Crónicas de la Mujer Policía en Costa Rica”, y en un libro que se llama “Las Panchas”, en honor al Programa de Mentoría para Mujeres Policías Pancha Carrasco, en el que están unas 39 mujeres y que busca empoderar a otras oficiales y apoyarlas para que sigan adelante con su trabajo.
La historia de doña Xinia es sinónimo de esfuerzo y superación. Esta señora de 53 años llegó al Ministerio de Seguridad Pública en 1990 y durante 10 años trabajó en labores administrativas, como secretaria.
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El ver a sus compañeros como oficiales la hizo enamorarse del trabajo policial en la calle y, por eso, pidió formar parte de la Academia Nacional para integrarse como policía.
“Al inicio trabajaba en un programa llamado ‘Drogas no’ y luego formé parte del departamento de Planes y Operaciones, que es como el cerebro de la Fuerza Pública en todo el país. Ahí se trabajan todos los operativos y demás actividades que se hacen a nivel nacional.
“En ese tiempo mi hija Mónica estaba pequeña y fue interesante todo el proceso; tenía 33 años y al inicio me asusté mucho, porque fue un cambio total, muy duro. Mi familia me apoyaba, pero convertirme en policía hizo que cambiara la vida en todo, en diciembre iba a Golfito, de donde soy, a pasar las fiestas con mi familia, pero eso quedó a un lado y sacrifiqué mucho a mi hija”, recordó.
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No tan dulces
El salir de la zona de confort no le preocupó a doña Xinia; por el contrario, estaba más que emocionada con su nuevo estilo de vida. Le gustaba la disciplina, el aprender, el temas de las armas y el servicio que daría al pueblo.
Sin embargo, no todo era dulce, pues hubo momentos de oro que se perdió al lado de su niña, a causa del trabajo.
“Una amiga me ayudaba con el cuido de la bebé y cuando Mónica estaba en el kinder, me convocaron a la primera reunión de padres de familia y ese día había un partido grande, en San Ramón, y tenía que estar allá y no pude ir. Lloré mucho.
“Ella me dice que odia los radiolocalizadores, porque cuando estaba en la casa, tenía que pasar pendiente del radio, pero poco a poco, se fueron acostumbrando. Una vez, también con mi hija pequeña, me invitaron a una capacitación en España, pero en eso se venía la graduación del kínder y no fui, porque ella quería que la acompañara ese día y la complací. Prioricé a mi hija”, afirmó.
Líderes. El documental tiene una duración de una hora y media y se hizo gracias al grupo Pancha Carrasco y a la Embajada de Estados Unidos.
Poco a poco, Vásquez siguió escalando en diferentes puestos. Trabajó en la Policía Turística y luego la ascendieron a subdirectora de la delegación de San Carlos; allá viajó solita, pues su familia estaba establecida en su casa, en Tres Ríos, La Unión. Pero la enfermedad la obligó a hacer una pausa de cinco meses, debido a la lucha que enfrentó contra el cáncer de mama.
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“En las mujeres policías todo es más complicado; es cierto que las mujeres tenemos la capacidad, la inteligencia y, muy importante, la inteligencia emocional, pero lo que se complica es que en la mujer es más difícil el tema familiar, porque los hombres se van lejos y la esposa lleva el control, cuando uno se va es muy difícil”, relató.
Luego de su pausa, doña Xinia volvió al departamento de Planes y Operaciones, liderando un grupo y luego la trasladaron a la regional de Cartago, en donde estuvo muy poquito, solo 4 meses, porque la vida la enviaría a San José centro, a poner orden en la capital.
“Es una de las regiones más grandes y complicadas, estuve allí 1 año y aprendí mucho. Tenía muchos hombres a cargo, pero trabajamos muy bien, había gente muy capacitada y nos llevamos bien, logramos bajar los delitos en San José (no recuerda cuántos) y gracias a mi trabajo me ascendieron como jefa en Planes y Operaciones”, añadió.
Nueva prueba
En el 2019 se formaron los grupos de mentorías de las policías, para impulsar a las oficiales a crecer dentro de la carrera policial.
Este grupo se llama Programa de Mentoría para Mujeres Policías Pancha Carrasco y entre ellas se llaman “Las Panchas” y en un encuentro de policías, en Limón, la enfermedad tocó nuevamente su puerta.
Estando allá le dio un infarto cerebral, que la dejó sin poder leer ni escribir; e incluso, no podía hablar. Estuvo fuera de su cargo cinco meses y para ella fue muy duro, pues por la naturaleza de su trabajo, suele hablar mucho, pero, gracias a su hija, quien estudiaba terapia de lenguaje fue recuperando el habla. Después de esta prueba valoró dejar su trabajo.
“Pensé que no poda ser apta para seguir en la policía, pero Dios trabaja todo muy bien y luego de un tiempo me llamaron el año pasado, para nombrarme como directora de la Academia, formando a los policías, hacerlos mejores oficiales y acepté.
“Y esto para mí es un doble reto, porque soy la primera mujer en ocupar el cargo y esto me hace ver a dónde hemos llegado, un trabajo que era completamente masculinizado y ver el valor que tenemos como mujeres”, recalcó.