La disminución en el número de casos de covid-19 registrado en las últimas nueve semanas le han dado un respiro al ministro de Salud, Daniel Salas, para dedicarse a la atención de otros temas propios de su cargo que debido a la atención de la emergencia no había podido llevar con calma.
Gracias a ese respiro, es que desde el 13 de octubre anterior a Salas no se le volvió a ver en la conferencia de prensa de los martes dedicada a informar sobre cómo avanza la situación con el coronavirus en el país.
Salas explicó que su ausencia se debe a un cambio de estrategia y de elegir los momentos en los que en realidad sea necesario que aparezca.
–¿Cómo asume este cambio en relación al manejo de la pandemia?
Hubo un momento en que más bien era demasiado el contacto y fue necesario, pero llegó un punto donde ya estaba siendo sobreexpuesto. Ahora sigo presente a través de mensajes y cuando hay noticias como el surgimiento de una variante nueva es importante salir a hablar con la población a través de los medios.
–¿En qué se ha enfocado durante estos días con la disminución de casos covid?
Hemos tratado de analizar los mensajes de comunicación más adecuados para algunas poblaciones, donde no ha permeado tanto lo que buscamos para protegerlos.
–¿Cuáles han sido esas poblaciones?
Sobre todo en las de las zonas costeras y rurales. Creo que el problema ha sido la gran oferta de información que existe por todos lados. Las redes sociales siento que aunque a veces ayudan, también complican el asunto porque circula mucha información falsa. Depende de como la persona consume los medios y a su perfil poblacional, que impide que algunos mensajes no lleguen claramente, se malinterpreten o que eligen creer cosas que no están demostradas.
–¿Cuál es el balance que hace de la situación con respecto a la pandemia y al estado de la vacunación en la que nos encontramos en estos momentos?
Costa Rica es un país sumamente entendido en el tema de vacunación y su importancia. Tenemos una población muy dada a vacunarse, pero nunca antes habíamos vacunado a toda la población que se pueda proteger. Siempre habían sido grupos de riesgo y niños. Tenemos un hueco que no hemos podido llenar aún que son los menores de doce años, pero creo que vamos bien. Queremos que el porcentaje sea el mayor posible, porque entre menos vacunados tengamos, más riesgos de brotes, hospitalizaciones y que el virus mute por la alta circulación.
–¿Cuándo inicia la vacunación para niños (5 a 11 años)?
El próximo año y esperamos que sea en enero o al menos en los primeros tres meses.
–Tenemos un 90% de la población con al menos una dosis de la vacuna, se habló que esa cifra permitiría la inmunidad de rebaño, pero hay quienes aseguran que no la alcanzaremos, ¿es correcto?
Hay una efecto de inmunidad de rebaño que se ha ido multiplicando conforme avanzamos con el porcentaje de vacunación, pero decir cuál es el nivel óptimo ante el surgimiento de nuevas variantes y las dosis de refuerzo para ciertos grupos, no permite la inmunidad de rebaño en su forma académica ideal, no se alcanzará a plenitud, pero tenemos un porcentaje de inmunidad colectiva y estamos más fortalecidos.
–¿Cuál es el mensaje a la población para estos días de fin y principio de año que se avecinan?
La pandemia no ha terminado, Europa estaba con cifras muy positivas hace pocos meses y ahorita no. El llamado es a tener los espacios que añoramos, pero siendo muy responsables y comedidos. No estamos diciendo que rompan sus burbujas de manera indiscriminada ni reiterada, sino que calcule muy bien en qué momento va a hacerlo, y que sea para las celebraciones más importantes. Trate de involucrarse con amigos cercanos o con la familia, pero no para hacer el pachangón de 100 personas y todos metidos dentro de una casa.
Deben escoger lugares ventilados, sin tanta gente y que usen mascarilla siempre, y si se la quitan no hablar y guardar la distancia. Reuniones entre gente vacunada disminuye el riesgo, pero las vacunas no son infalibles.
–Quienes tienen planeado viajar en los próximos días, ¿deberían aislarse voluntariamente a su regreso como prevención?
Depende mucho del país al que haya ido. Si fue a uno con un nivel muy alto de transmisión, lo más prudente es estar siete días de contacto con poca gente. Es cuestión de responsabilidad individual, sobre todo si se cuidó, uso mascarilla y estuvo en lugares abiertos.
–¿Qué debemos esperar para el próximo año?
Uno esperaría que en algún momento en el 2022 haya disponibilidad de vacunas en el sector privado, pero depende de las farmacéuticas. Estamos haciendo los esfuerzos para empezar con la aplicación de las terceras dosis, empezando por los adultos mayores y personas con problemas inmunológicos y factores de riesgo.
–¿Confía en que los comerciantes colaboren con la solicitud voluntaria del código QR a sus clientes?
Hay muchos establecimientos que han manifestado ganas de aplicarlo y eso los faculta a un aforo y ritmo de consumo mayor. Dependerá de cada comerciante, pero esto permite una apertura más segura.
Si alguien está con tos, mejor quédese en la casa ¿Para qué exponer a los demás? Eso debería hacerse siempre, no solo en pandemia”.
— Daniel Salas, ministro de Salud