“Desde nuestra Nicaragua bendita y siempre libre, reconocemos al Sistema de Integración Centroamericana que ustedes, nosotros todos, como representantes de pueblos y gobiernos, conformamos desde cada país de esta Centroamérica que hoy se ha vuelto a unir como vigores de gloria, comprometidos a continuar trabajando juntos, consolidando la paz y el bienestar de las familias y comunidades”, dice una declaración firmada por Daniel Ortega y Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta del país.
Así celebró el régimen de Ortega que Costa Rica votara el jueves a favor de su candidato, Werner Vargas, para ocupar el puesto de secretario general del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
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El nombramiento de Vargas se produjo en un encuentro virtual de representantes del SICA, en el que participó el presidente Rodrigo Chaves, para adherirse a esta declaración que da por cuatro años la Secretaría General a Nicaragua.
El gobierno de Chaves mantuvo su decisión de apoyar al candidato de Ortega pese a que los expresidentes de la República le advirtieron hacerlo legitimaría a un régimen que viola los derechos humanos, pisotea la democracia con fraudes electorales y persigue y encarcela a opositores.
En el 2018, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contabilizó 325 muertos, incluidos 24 menores y 21 policías, durante las protestas contra el régimen que empezaron en abril de aquel año.
En este momento, el régimen tiene recluido en su casa, rodeado por la Policía, al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez y este viernes la Iglesia católica iformó que la policía le notificó que por “motivos de seguridad” se prohíbe la procesión para cerrar el congreso mariano y el fin de la peregrinación de la imagen de la virgen de Fátima.