Desde que se inició la etapa de apertura generalizada en el país, el 9 de setiembre, el Ministerio de Salud les dio el visto bueno a las iglesias para aumentar la capacidad de asistencia de 75 a 125 personas.
Pero como que a muchos fieles se les olvidó el camino.
Una imagen que circula en las redes sociales como que refleja el comportamiento de algunos feligreses.
Es una especie de anuncio de periódico que les pregunta a los lectores si ya visitaron la panadería, la farmacia, el supermercado, la gasolinera, los hospitales, los bancos, las plazas, la casa del vecino y las tiendas de ropa... Al final les dice que entonces están listos para ir a la casa de Dios.
“El mismo Dios que lo guardó en esos lugares, lo guardará en la iglesia”, puntualiza la imagen.
Algunos sacerdotes con los que conversó La Teja, quienes afirmaron que existe cierto malestar por dicha actitud de ciertos católicos que dejaron de frecuentar los templos.
El cura Carlos Humberto Abarca, párroco de la iglesia de San Francisco de Dos Ríos, asegura que el comportamiento es casi generalizado.
“Hasta el mismo papa dice ‘vuelvan a misa’. Como que nos hemos acostumbrado a la misa virtual o ya no nos hace falta”, agregó.
Según el sacerdote Abarca, en la parroquia que él dirige sí se ha visto un aumento en la cantidad de asistentes.
“Ya este sábado vi mucho más, por dicha, eran unas cincuenta personas y vea que son 125 el aforo permitido. En la misa de diez de la mañana de este domingo se rompió récord, fueron 88 personas contando al staff, 89 conmigo”, explicó.
Se repite
El sacerdote cree que la ausencia no es exclusiva de los católicos, piensa ocurre también en otros grupos religiosos.
“Siento que es un proceso. La gente va a todo lado por doquier. Usted ve las playas llenas de gente, pero se nos está quedando lo más importante por fuera: Dios”, recalcó el padre Abarca.
“Y no es que la gente sea atea, sino que siempre han sido indiferentes. De todos los católicos, creemos que solo un diez por ciento, o un poquito más, son los que tradicionalmente asistían a misa, los demás si te vi no me acuerdo, están muy ocupados en lavar la bicicleta. Estamos como la frase atea del Antiguo Testamento: ‘comamos y bebamos, que mañana moriremos’”.
Esa pequeña mejoría en la asistencia a sus misas motiva al cura a abrir la filial de La Cabaña, también en San Francisco de Dos Ríos, adonde este domingo 27 de setiembre, a las 8:30 a.m., volverán las misas presenciales.
“Está un poco distante del centro y la gente siempre busca la comodidad, por eso abriremos por allá, siempre guardando todos los protocolos de salud”, explicó.
Algo que puede estar ayudando a que aumente la asistencia es que hace días dejaron de transmitir las misas virtuales, a las que se conectaban unas 60 o 70 personas (que en realidad podía ser más gente porque contaba conexiones).
¿Fin de misas virtuales?
Uno de los primeros en levantar la voz contra la escasa asistencia a pesar de la reapertura fue el padre Víctor “Toto” Jiménez, de la parroquia de Fátima y quien el sábado 19 posteó en sus redes sociales que se encontraba muy preocupado y triste.
El cura hizo un recuento de los inscritos para las misas de su parroquia: para la del sábado a las 3 p.m. había 61 campos reservados; para la del sábado a las 5 p.m. 49; para el domingo a las 8.30 a.m. 30 de 55: en la del domingo a las 10 a.m. querían estar 93 y para ese mismo día a las 3 p.m., 38 de 120.
Por eso lanzó la pregunta “¿será el momento de dejar de transmitir la eucaristía por redes sociales?”.
El padre Abraham Abarca, de la parroquia de Guatuso, nos dijo que en el caso de ellos puede estarse dando un 30% de asistencia a las misas. O sea, 70 de cada 100 personas no van.
“La eucaristía a la que más personas han asistido desde el dos de agosto fueron sesenta personas. En algunas de domingo hemos celebrado con siete personas de ciento veinte campos disponibles”, dijo el padre Abraham.
Piensa que esa baja asistencia se debe a una combinación de factores: los fieles se enfriaron, tienen temor a contagiarse y siguen teniendo las misas virtuales y se acostumbraron a verlas desde la comodidad de su hogar.
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Excepciones
Bueno, como no todo es malo, nos encontramos dos excepciones.
La primera es de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, donde --según nos contó el padre Marvin Benavides-- en general han tenido las misas llenas, en especial las de la mañana.
“En la tarde viene un poco menos y en especial si llueve, pero en general hemos tenido una asistencia estable”, dijo.
Y está el caso de Xinia Fernández, una católica limonense que no se ha perdido las misas en la catedral caribeña.
“Desde que las abrieron asisto con mi hija reservando el espacio y la gente sí está asistiendo. Estábamos deseando que abrieran la iglesia para ir a misa. Como se quitó la misa de las seis de la tarde, por la restricción, se abrieron más horarios en la mañana y la gente va”, dijo.
A ella le gusta ir a la misa del domingo a las 10 a.m. y este que pasó les avisaron que no fueran para darles campo a los padres de los niños que hicieron la primera comunión.
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