Dota es el único cantón que todavía no ha tenido ni un solo caso de COVID-19.
Las personas que viven en ese lugar aseguran que se han cuidado muchísimo y, sobre todo, han hecho caso a las recomendaciones del Ministerio de Salud. Eso, según ellos, ha sido la clave para mantener la enfermedad fuera del cantón.
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Eduardo Chacón, alcalde de Dota, dice que mantienen campañas educativas para que la población tenga siempre presente la importancia de acatar las medidas sanitarias.
“El éxito redunda en que la gente hace caso, no hay otra cosa. La municipalidad ha estado trabajando de la manos de otras organizaciones del pueblo, como las iglesias, las asociaciones de desarrollo y otros grupos que han participado de esta intensa lucha”, dijo Chacón.
“En muy probable que el virus llegue en algún momento al cantón, hay que tener los pies en la tierra y esa es una probabilidad muy grande, pero de momento le puedo decir que debemos dar un fuerte aplauso a los pobladores que han cumplido las medidas para mantener lejos el coronavirus”, agregó.
Obediencia
El sacerdote Juan Carlos Quirós González, de la parroquia Nuestra Señora de la Cueva Santa, en Santa María de Dota, asegura que tanto la iglesia como el pueblo han seguido las recomendaciones de las autoridades y eso les ha permitido salir adelante.
“El milagro se mantendrá mientras nos comportemos, eso es lo que yo le digo a la gente en las misas, estamos llamados a la obediencia, la misma Biblia lo dice. Tenemos que acatar las normas de las autoridades de Salud y de la Conferencia Episcopal.
“Desde antes de que se cerraran los templos, nosotros en la parroquia empezamos con protocolos de limpieza, nos lavábamos las manos a cada rato, usábamos alcohol gel y ya luego esas medidas se convirtieron en las oficiales, junto con otras más”, contó el cura.
El sacerdote dice que, aunque él quisiera que el virus no llegue a Dota, sabe que es muy probable que pronto lo haga.
“Uno tiene la fe de que no se contagie nadie, pero debemos ser realistas, tarde o temprano va a llegar y tenemos que estar preparados”, dijo el religioso.
“Ya aquí en el centro estamos dando misa, pero con todos los protocolos y, aunque tenemos permiso de que vengan unas 75 personas, por eucaristía si acaso llegan 60″, añadió.
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Orgullo
Pamela Vargas es vecina del centro de Dota y dice que se siente orgullosa de vivir en el único cantón que está libre de coronavirus.
“Yo trabajo en el área de Salud, soy enfermera y siempre que voy al trabajo me cuido mucho y veo que las demás personas también se cuidan, todos andan sus cubrebocas o caretas, mantienen el distanciamiento, respetan las restricciones vehiculares y todo eso es lo que ha permitido que estemos bien.
“Pronto van a empezar a llegar recolectores de café y sabemos que eso significa un gran riesgo, ahora más que nunca debemos seguir las medidas para protegernos”, aseguró la mujer.
Otra realidad
Mientras que en Dota la situación de momento está bajo control, en el resto de país no es así. Este martes las autoridades anunciaron 446 casos nuevos de COVID-19, por lo que la cifra total llegó a 8.482.
Los contagiados tienen un rango de edad de cero a 99 años. Se trata de 3.661 mujeres y 4.821 hombres, de los cuales 5.965 son costarricenses y 2.517 son extranjeros.
Además, reportaron 2.441 pacientes recuperados en 79 cantones. Las personas que han vencido la enfermedad tienen un rango de edad de cero a los 94 años, 1.081 son mujeres y 1.360 son hombres.
También detallaron que 171 personas están internadas y 27 de ellas en cuidados intensivos, con un rango de edad de los cero a los 82 años.
La noticia más dura es que ya son 37 las muertes a causa del virus: 15 mujeres y 22 hombres con un rango de edad de 26 a 94 años. Solo este lunes 13 de julio perdieron la vida seis personas, el primero fue un hombre de 43 años, costarricense, quien padecía de asma bronquial y obesidad, factores de riesgo al contraer el nuevo virus.
El segundo fallecido fue un costarricense de 72 años, quien padecía de hipertensión arterial, diabetes y obesidad.
Luego murió un anciano de 81 años, costarricense y vecino de San José. Él estaba internado en el CEACO desde el 4 de julio, era fumador y padecía de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
También perdió la vida una mujer extranjera de 46 años y vecina de San José, quien estaba internada en el hospital San Juan de Dios desde el domingo.
Las últimas dos muertes fueron la de una adulta mayor de 90 años, costarricense, vecina de San José. Estaba hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital México desde el 12 de julio, mismo día que fue diagnosticada con el virus. Padecía hipertensión arterial, diabetes, obesidad y cardiopatía isquémica.
Y una viejita de 94 años, extranjera, también de la provincia de San José. Se encontraba internada en el hospital Calderón Guardia desde el 11 de julio, mismo día que fue diagnosticada con coronavirus. Sufría de cáncer de mama e hipertensión arterial.
Este martes se sumó una víctima mortal más. Se trata de un hombre de 68 años y vecino de Alajuela, quien fue diagnosticado el 2 de julio y un día después entró a la Unidad de Cuidados Intensivos del San Juan de Dios. Él padecía de hipertensión arterial y obesidad.