EscucharMuchos cilindros de gas que las familias ticas usan para cocinar son una verdadera bomba de tiempo y en cualquier momento podrían causar dolor y muerte.
La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), informó que, en un intento por prevenir tragedias de este tipo, el año pasado la institución destruyó 14.315 cilindros de gas (de hierro y aluminio) que no cumplían con las medidas de seguridad necesarias. Esto representa un incremento del 89% en relación con el año 2022, cuando se retiraron del mercado 7.586 cilindros.
Del total de cilindros que se retiraron de operación, 6.912 correspondían a hierro y 7.403 eran de aluminio. La Aresep prioriza la destrucción de los envases de aluminio porque sufren un desgaste en el espesor de la lámina. El espesor es el que garantiza que el cilindro soportará la presión del gas, por lo tanto, este defecto genera una importante alerta de seguridad sobre el uso de este tipo de envases, los cuales pueden sufrir fugas y provocar incendios y explosiones.
La selección de los cilindros que se retiran se hace mediante dos mecanismos:
- Inspecciones que la Aresep hace a las empresas envasadoras y comercios para verificar el estado de los cilindros. Ahí recolectan cilindros que presentan golpes, corrosión, fugas o que no superen las pruebas a las que son sometidos.
- Las empresas envasadoras, como parte de sus operaciones internas, identifican los cilindros que representan un peligro y los retiran del mercado.
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La destrucción de los cilindros se realiza con una empresa recicladora de desechos metálicos y para cada lote la empresa emite un certificado de destrucción. La envasadora remite este documento a la Aresep, en la que se indica la cantidad de cilindros y el tipo de material de los envases que fueron destruidos.
La institución también fiscaliza, junto con el MINAE, el seguimiento a la incorporación de cilindros nuevos, con el fin de asegurar la renovación del parque nacional de cilindros, estimado en 1.300.000 envases.
