Estamos en medio de las vacaciones de medio año y muchas familias aprovechan para irse a pasear a las playas y a lugares cerca de un estero, por lo que la Universidad Nacional (UNA) les advierte a los vacacionistas y pobladores de esos lugares que deben redoblar los cuidados ante la presencia de cocodrilos.
Según la UNA, con la llegada de las lluvias inicia la temporada de apareamiento de cocodrilos. Esto hace que los machos dominantes expulsen a los machos más jóvenes de sus territorios, por lo que podrían ver a este tipo de reptiles en lugares en donde normalmente no se observan.
Iván Sandoval, investigador de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (UNA), recomienda a la población aumentar las medidas de precaución y evitar un contacto negativo con estos reptiles, ya que esta época coincide con las vacaciones de medio año.
De acuerdo con el investigador, durante la época de reproducción, los cocodrilos machos marcan sus territorios y buscan a las hembras para reproducirse, las cuales son las encargadas de construir sus nidos cerca del agua utilizando vegetación y tierra.
“Una vez que depositan sus huevos los cubren con tierra y material vegetal para protegerlos, durante este tiempo, las hembras se vuelven más agresivas para proteger los nidos y sus crías pueden mostrar comportamientos defensivos si sienten que su territorio está siendo invadido”, explicó Sandoval.
Según el investigador de la UNA, todo lugar con agua en ambas zonas costeras del país, debe considerarse como ideal para la presencia de cocodrilos.
“No utilice los esteros o desembocaduras de ríos como sitios para nadar o jugar en el agua, especialmente con niños. Estos sitios son normalmente los preferidos de los cocodrilos; antes de ingresar a una poza o a un río, pregunte a los vecinos si se han visto cocodrilos en el lugar. Estos reptiles son territoriales y normalmente viven durante mucho tiempo en el mismo sitio”.
Sandoval también nos recuerda que no se deben alimentar a los cocodrilos, ya que es prohibido y penalizado por la Ley, además, si se alimenta a un cocodrilo, este asociará rápidamente la presencia de humanos con la comida, lo cual podría generar incidentes incluso para quien no lo alimenta, pero que llega al lugar en donde lo hacen.
Finalmente, Sandoval advierte que la gente no debe pensar que se puede hacer amigo de un cocodrilo y mucho menos que intente capturarlo o manipularlo de alguna forma, pues esto aumenta el riesgo de ser atacado.