Carlos Alberto Mendoza durmió varios días con su primo Luis Roberto Sáenz, fallecido por covid-19, en el cuarto de al lado.
El insólito hecho ocurrió en barrio Los Ángeles, en San José.
Un vecino se percató de que Luis Roberto yacía muerto en su cama el domingo pasado y un día después llegó una doctora, quien determinó que el cuerpo estaba en descomposición y en los exámenes hechos se vio que había tenido el virus.
Los vecinos de este barrio josefino y familiares estiman que Luis Roberto llevaba cinco días fallecido.
“Eso estimamos porque mi primo Carlos me llamó el viernes y me dijo que se había hecho la prueba del covid y que no escuchaba a Luis desde el viernes”, comentó Haybi Sáenz.
Luis Roberto tenía 67 años, era divorciado y no tenía hijos. Era topógrafo empírico y vivía de una pensión del régimen no contributivo.
Carlos Alberto tiene 58 años y trabaja como cuidacarros en las cercanías del bar La Comilona, en avenida 10. Asegura que también fue diagnosticado con covid y que guarda la cuarentena.
Sus familiares sostienen que presenta un leve retardo y que vive en condiciones precarias.
Tranquilo
Cuando La Teja visitó el lugar observó a Mendoza sentado en una silla en las afueras de su casa, comiendo un desayuno que le regalaron sus vecinos.
Se veía tranquilo a pesar de la situación que atravesaba.
“Hoy sí sentí ya cierto olor, necesito que vean a ver cómo se hace para sacarlo. Lo tuve con el cuarto cerrado. Está todo flaco, la cara y las manos”, nos dijo a la distancia.
Rodrigo Campos, un vecino, entró a la casa el domingo pasado y constató lo que ocurría.
“Vi cómo el cuerpo estaba rígido y frío, había mosquitos al alrededor. Mi mamá me enseñó algunas cosas de enfermería y le toqué la yugular, no reaccionó”, aseguró Campos, quien dijo que el lunes 7 de setiembre estuvo con Luis Roberto viendo un partido de fútbol y que no mostraba ningún síntoma del virus.
Eso sí, reconoció que Luis tenía mucho miedo porque su primo había sido diagnosticado con covid y él sentía que no podía sobrellevar el hecho de estar en una cama de cuidados intensivos si se contagiaba. Así se lo expresó a sus amigos.
El último día que se le vio con vida fue el miércoles 9 en la tarde.
“Hasta el domingo el primo (Carlos Alberto) se dio cuenta de que Luis Roberto estaba fallecido. Los días anteriores el primo no lo sabía porque ambos tenían poca comunicación y Carlos tiene un problema cognitivo. El domingo los amigos del barrio fueron a buscarlo, se dieron cuenta de lo sucedido, se llamó a la fuerza pública y al ministerio de Salud. Vino la Fuerza Pública como las siete de la noche.
“Ayer, lunes, se llamó al 911, al OIJ, en el Ministerio de Salud dijeron que llegaban en cualquier momento y llegaron hasta las 5 pm. Desde afuera la doctora hizo el acta de defunción. La indignación de nosotros es cómo han tenido a este señor durmiendo con un cadáver dentro de la casa", dijo Sandra Víquez, otra vecina.
En descomposición
En el acta de defunción, de la cual La Teja tiene copia, se detalla que Sáenz falleció por covid-19 por nexo epidemiológico, enfermedad renal crónica, insuficiencia cardíaca, gota e hípertiroidismo.
Aunque el acta dice que murió el 14 de setiembre, el mismo documento informa que el cuerpo estaba en estado de descomposición, frialdad, rigidez y fetidez. También se dice que vivía en condiciones insalubres y de difícil acceso.
Los vecinos reiteran esto. Dicen que la casa está a punto de caerse, es inhabitable y que en el cuarto donde estuvo el cuerpo varios días un plástico grueso era todo lo que impedía que el agua llovida no cayera en la cama.
A eso de las 11 a.m. de este martes llegó una carroza de la funeraria San Rafael a llevarse el cuerpo luego de muchos trámites por parte de los familiares. El IMAS ayudó con este pago. El cuerpo fue incinerado y el servicio lo brindó el sindicato del hospital San Juan de Dios como parte de su responsabilidad social.
No levantan cuerpos
En el Ministerio de Salud nos informaron que ellos recibieron la llamada de este caso el lunes en la línea 1322 y que en dicho ministerio no tienen competencias en el levantamiento de cuerpos de personas que fallecen en casa.
“Sea este fallecimiento relacionado con covid-19 o no, el trámite regular, en el caso de las muertes por causa natural (como se califica el fallecimiento de los pacientes positivos por covid-19) es gestionar el certificado de defunción con el médico de cabecera y proseguir con las honras fúnebres, las cuales deben cumplir el lineamiento de funerarias y cementerios”, informaron en Salud.
Sin embargo, voceros de este ministerio dijeron que por tratarse de una emergencia sanitaria y en apoyo de las familias que no han tenido los medios para tramitar dicho certificado y la debida inhumación del cuerpo, se colabora con la coordinación con el IMAS para solventar estas situaciones.
A albergue
Haybi Sáenz, prima de don Carlos, confirmó que lograron que la fundación Chepe se baña se lo llevara a un albergue en Pavas para que termine dignamente su cuarentena.
“El problema de nosotros fue con el ministerio de Salud, yo duré desde las 7: 15 p.m. del domingo hasta el lunes a las 1 p.m. para que vinieran a hacer el acta de defunción”, dijo la hermana del fallecido, Allison Sáenz, quien aseguró que ahora lo que resta es intentar darle mejores condiciones de vida a don Carlos.