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Entre los Hatillos y barrio Cuba, rumbo a Chepe, hay un cuestón de los once mil diablos que todos los días don Raúl Morales sube en bus cuando va para el bretecito, pero desde hace una semana ha tenido que subirlo a pie porque las presas pasaron a ser parqueos y un recorrido de máximo 30 minutos pasó a durar dos horas.
Mientras le ponía bonito para subir la pesada cuesta nos topamos a don Raúl y ahí nos contó que si no se pone a caminar, llega tardísimo a ganarse los frijolitos y no está para poner en riesgo el trabajo.
“Cuando no hay presas muy bravas de Hatillo a San José puedo durar 25 minutos, pero ahora es imposible, con los arreglos que están haciendo en La Uruca las presas son insoportables por todos lados, sobre todo en los barrios del sur porque los choferes los usan de ruta alterna.
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“Imagínese que soy de Hatillo y me tuve que bajar en el cruce de los semáforos de Sagrada Familia y ponerle bonito a la caminada, por dicha ya voy por barrio Cuba. Me falta poco para llegar a San José centro. No hay solución, ni siquiera La Periférica sirve por las presas”, nos explicó el troleador.
Un chofer de la ruta Hatillo 6 y 7, así, en medio de las presas, nos gritó que en una mañana normal de presas dura entre 30 y 40 minutos, pero que esta semana una sola carrera entre esos hatillos y San José le estaba tomando las dos horas.
“Esto es trágico”
Nos devolvimos a la cuesta para ver si es que don Raúl estaba tocado del techo por tirarse del bus y caminar ese cuestón, pero que va, así como él, desde que se comenzó a recarpetear el tramo entre La Uruca y Los Anonos, la gente de los barrios del sur se ha visto en la obligación de hacer esa "nueva romería".
Otra vez a media cuesta nos topamos a alguien que se apeó de un bus. Se llama Jimena Morales, quien tiene 23 años y estaba desesperada porque la presa pasó a convertirse en un parqueo porque los buses no se mueven hasta por 15 minutos.
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“Yo vivo en la ciudadela 25 de Julio y la verdad estas presas están insoportables, imagínese que trabajo en San José y no puedo llegar tarde, estoy poniendo en riesgo mi puesto. No se trata de que soy vaga sino que por más temprano que uno salga, estas presas son impensables.
“Me desesperé porque el bus nada que se movía, por eso en el puente que divide barrio Cuba con los Hatillos mejor le dije al chofer del bus de Alajuelita que me abriera la puerta porque iba a caminar… en 400 metros el bus duró 35 minutos, eso no puede ser, esto es trágico, alguien debería hacer algo”, dijo desesperada Jimena.
Barrio Cuba es el tapón
Otro chofer de un bus de Los Filtros de Alajuelita, quien por temor a que su jefe lo enjachara tampoco nos dijo el nombre, contó que entre Alajuelita y la iglesia de Hatillo centro, la presa es, por así decirlo, soportable, pero después de ahí comienza el calvario que hace que en un viaje dure unas dos horas y quince minutos.
Uno de los cuellos de botella más grandes se da en lo que se conoce como el cruce de La Numar, en barrio Cuba, porque de ahí los carros pueden irse para San José o para La Sabana, buscando Escazú, Santa Ana, Lindora, entre otras zonas. Ese desvío se carga de carros que provocan un tapón que no deja ni pasar a los que van para San José.
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La Policía de Tránsito confirmó esta semana que reforzará su presencia en cuatro sectores especiales: cruce de la Agencia Datsun, en La Sabana, rotonda Juan Pablo Segundo y sus accesos, en La Uruca, el cruce de la Valencia, en Heredia y el sector entre Jardines del Recuerdo y La Pozuelo.
Don Mario Calderón, director de Tránsito, explicó que se eligieron estas zonas porque se taponean con la cantidad de carros que entran y salen en tres los principales centros urbanos del Área Metropolitana, por eso el Tránsito estableció otras formas de bretear con el fin de brindar bajarle, en la medida de lo posible, la presión a las presas. Se van a aplicar carriles reversibles, regulaciones en puntos críticos y hasta contra vías.
Tránsito no está analizando tener presencia en los barrios del sur, específicamente en el cruce de la Numar, en los semáforos del Mercado Mayoreo o en Avenida 10.
