Este miércoles se celebra el Día del Amor y la Amistad y en muchos lugares las personas aprovechan para dar un detalle o tener un gesto bonito con quienes quieren, pero en la Asamblea Legislativa pareciera que los diputados no tienen mucho qué celebrar porque ahí hay de todo menos amor y amistad.
Se ha vuelto común que los legisladores se agarren del pelo en las comisiones y en el plenario legislativo y en muchas ocasiones se les va la mano.
Uno de los últimos pleitos fue el que se dio el lunes en el plenario, cuando la diputada Luz Mary Alpízar, del Partido Progreso Social Democrático (PSD), aseguró que se cansó de aguantar las cosas que le hace su compañera de fracción Pilar Cisneros.
Alpízar explotó mientras daba un discurso sobre la violencia política hacia las mujeres y, según dijo, en ese preciso momento fue víctima de ese tipo de agresión por parte de Cisneros.
“Yo he disimulado por más de un año y medio las constantes reclamaciones de doña Pilar cuando yo pido la palabra, pero hoy que estoy hablando de violencia ya no puedo más... Desde que yo me paro aquí a hablar de cualquier tema que le sea contraria... Doña Pilar, se lo dije la semana pasada aquí, ‘coja el micrófono y lo que usted me dice constantemente en esta Asamblea Legislativa dígalo por micrófono para que quede grabado’, se lo he dicho muchas veces y aquí están Daniel y Waldo que lo saben, están las compañeras que están atrás, todos los que están aquí me han visto y escuchado cuando echo la silla hacia atrás y le digo: ‘Doña Pilar, dígalo por micrófono’”, expresó.
Alpízar dice que este tipo de comportamiento de la periodista es muy frecuente, incluso asegura que la criticó el día que pidió la palabra para darle el pésame al diputado liberacionista Óscar Izquierdo porque había perdido a sus papás.
Pero esta situación no es nueva en el Congreso, muchos legisladores han sido testigos de las cosas que Cisneros le ha dicho a Luz Mary, incluso el día que se votó el resello por el proyecto de ley para sacar a Costa Rica de la lista gris de la Unión Europea, la jefa del oficialismo no disimuló y cuando Alpízar votó a favor, le gritó “traidora” varias veces en pleno Plenario.
La Teja le pidió a Cisneros una posición sobre las palabras que dio Luz Mary y fue poco lo que dijo:
“No le falto el respeto ni a ella, ni a nadie. No es mi estilo. Estoy a tres curules de distancia de la diputada Alpízar y nunca me dirijo directamente a ella, pues nuestro distanciamiento es obvio, público y notorio”, expresó.
Constantes agarronazos
Otros ejemplos de las desgastadas relaciones entre los diputados son los constantes agarronazos que se dan entre la diputada Ada Acuña, del PSD, y la liberacionista Dinorah Barquero, ya que comparten varias comisiones legislativas y siempre tienen encontronazos.
Este lunes en la noche, la diputada Barquero usó unos datos sobre la pauta estatal en el Sinart para hacerle preguntas al ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y Acuña pidió que la liberacionista aportara los datos a la comisión, pero Dinorah le respondió que no lo haría porque no le iba a hacer el trabajo a nadie, que buscara ella misma sus datos.
También la diputada Pilar Cisneros ha tenido fuertes enfrentamientos con el legislador del Frente Amplio Ariel Robles. Él hasta le ha dicho que está decepcionado de ver en la persona en la que se ha convertido luego de entrar a la política. Eso por citar solo algunos ejemplos de los pleitos, pero hay montones.
LEA MÁS: Vea cómo puede obtener las fotos de la cédula de los familiares que ya murieron
Normal
El politólogo Sergio Araya dice que es normal que en los Congresos se den pleitos, pero siempre es necesario tener un límite.
“El parlamento se caracteriza por se un espacio de discusión, de deliberación, no es gratuito que esté integrado por representantes de distintas corrientes políticas con diferentes visiones de mundo y por supuesto hay personalidades diferentes, representan sectores diferentes”, manifestó Araya.
El experto dice que la política ya de por sí necesita discusión y la defensa de ideas, pero siempre debe darse en el marco del respeto para que sea sana y natural que desemboque en negociaciones transparentes que beneficien a la población.
“En Costa Rica ha habido otros parlamentos en los que, al calor de una discusión, los diputados han intentado llegar a la violencia física. No es lo más sano, es un aspecto a corregir, pero ciertamente la discusión y deliberación es algo que lleva a los enfrentamientos”, aseguró.