Yanela Barrantes visitó el puente sobre el río Virilla (puente del Saprissa), entre Tibás y barrio El Socorro, de Santo Domingo de Heredia, con una misión llena de amor y de solidaridad, pero salió decepcionada de la reacción que tuvo la gente y de lo que le gritaban.
Yanela, quien es coach (entrenadora) ejecutiva, promueve una campaña contra el suicidio que consiste en dejar rótulos en lugares con alta incidencia de este tipo de actos, con una leyenda en la que les dice a las personas que ella está dispuesta a escucharlas.
Escogió el puente Saprissa por ser uno de los lugares más visitados por personas con problemas emocionales.
El pasado 1° de mayo, entre la una y las dos de la tarde, estuvo en el lugar, pegó los dos rótulos que mandó a hacer con la frase: “Si quieres conversar, yo puedo escuchar”, su nombre y número telefónico. Permaneció por espacio de una hora en el lugar y el resultado fue decepcionante.
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“Estacioné el carro a la par de una especie de falda y me senté, ya que no se puede estar de pie porque la estructura se estremece cuando pasan los furgones.
“Durante ese rato, la gente me gritó de todo: ‘Mi amorcito ¿por qué se va a tirar?’, ‘mi amor, yo me tiro con usted’, ‘tírese, tírese de una vez, deje de pensarlo’, ‘diay mi amor, tan linda y se va a tirar’, 'hágalo rápido para que pase rápido la presa”, contó tristemente sorprendida la cartaginesa ante la falta de sensibilidad hacia el dolor ajeno y los problemas de los demás.
“Pasó una patrulla y los oficiales se me quedaron viendo, pero se fueron. Pensé que se devolverían pero no lo hicieron. A los cuarenta minutos llegó otra patrulla y les pegunté que por qué llegaban hasta ahora y me dijeron que hasta ese momento alguien reportó que yo estaba en el puente”, explicó Yanela, quien es administradora de empresas.
Es decir, la misma Policía, que se supone debe activar un protocolo (se les consultó sobre este tema, pero adujeron que necesitaban más detalles para responder) cuando considera que la vida de alguien está en peligro dejó pasar la situación, ya que los oficiales que pasaron en la primera patrulla no reportaron nada, sino que lo hizo un particular. Otra decepción.
“Me impresionó mucho escuchar a las personas gritar y gritar y que nadie se bajara. Solo un señor me dijo: ‘Muchachita, hable con quien tenga que hablar”. Cuando los policías llegaron solamente vieron el carro porque yo estaba agachada por lo que pensaron que ya me había tirado. Al acercarse les conté que estoy en una campaña de prevención”.
Yanela comentó que durante los sesenta minutos que permaneció en el puente sintió una carga negativa muy intensa que le dejó una fea sensación.
Una mamá soltera y un gay
Pese a la decepción inicial, la iniciativa de Yanela dio buenos resultados, ya que dos personas la llamaron poco después.
Una era una madre soltera con dos hijos y con problemas económicos y otro un joven homosexual que se sentía utilizado por su novio.
“Con una sola persona a la que pueda ayudar, el trabajo está hecho. Con la señora hablé durante hora y media y con el muchacho por media hora. Son personas que necesitan ser escuchadas.
“La muchacha era un tema de dinero, ella ya no sabe qué hacer, porque no le da para vivir, mientras que el muchacho le contó que su novio solo lo busca cuando lo necesita. Él me preguntó cómo hacer para salirse de esa situación”, dijo.
Yanela nos contó que ella no les da consejos, tan solo les hace preguntas, pero con sentido, con el fin de poner a pensar a las personas.
“A la joven le pregunté si ella pensaba que sus hijos estarían mejor sin ella y me respondió que por supuesto que no. Y al muchacho le pregunté cómo se sentía ahora que no estaba con su novio. Respondió que mejor, que se sentía liberado”.
Yanela agregó que no les pudo dar seguimiento a las personas que la contactaron porque no la volvieron a llamar.
No obstante, Yanela no se detiene ya que tiene pensado visitar dos lugares más, el mall San Pedro y el puente en Tres Ríos de La Unión.
Mayoría son mujeres |
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En el OIJ informaron que del año 2014 al 2018 hubo 1552 suicidios, de los cuales 1297 correspondieron a mujeres y 255 a hombres. Las provincias en las que se dieron más casos fueron: San José con 493, Alajuela con 298 y Puntarenas con 179. |