Ante la cercana llegada de la vacunación contra el covid 19 para los niños, de 5 a 11 años, conversamos sobre esta urgente necesidad de protegerlos con la doctora Adriana Yock, emergencióloga pediátrica y coordinadora del área covid del Hospital Nacional de Niños, quien ha visto muy de cerca la batalla de los pequeños contra el coronavirus.
Y aunque nos explicó que la mayoría de los casos atendidos han sido leves y se han detectado, en su mayoría, al hacerles la prueba a los menorcitos, explicó que “conforme van apareciendo las variantes, los síntomas van cambiando un poco. Al inicio se pensaba que muchos eran cuadros respiratorios y ahora se han observado más casos con afectación gastrointestinal, con vómitos y diarrea con algunos síntomas respiratorios. Otro síntoma son los brotes como parchones rojos, violáceas o ronchitas por todo lado. Estas últimas se dan más en pacientes agudos que tienen fiebre y mocos”, explicó Yock.
La doctora Yock tiene muy bien identificados los síntomas más comunes que presentan los niños contagiados: dolor de garganta, cansancio, fiebre y escalofríos, diarrea, tos, náuseas o vómito, congestión nasal y secreción, dolor abdominal, dificultad para respirar o ahogo.
Y es que en año y nueve meses que hemos sido golpeados por la pandemia, 62.513 menores de edad se han contagiado, más de 350 debieron ser hospitalizados y 24 lamentablemente perdieron la vida.
Aunque los números en niños son muy inferiores en comparación con los 567.995 contagios en general, y 7.332 adultos fallecidos, no deja de ser una cifra importante, especialmente porque aún no están disponibles las vacunas para los pequeños de entre 5 y 11 años, razón por la cual se deben tener los mayores cuidados con ellos, en especial con las frecuentes variantes del coronavirus, que en cualquier momento pueden ensañarse con ellos.
Superada la emergencia por el covid, algunos niños quedan con secuelas respiratorias que deben ser atendidas con rehabilitación pulmonar.
LEA MÁS: Una chiquita de año y cinco meses y otra de 5 años murieron por covid-19
Efectos más prolongados
El neumólogo pediátrico, Manuel Soto Martínez, detalló que “el síndrome postcovid es un conjunto de síntomas físicos, sicológicos y sociales que se dan en pacientes que tuvieron una infección por covid y que permanecen después de doce semanas de haberse enfermado y se presenta en un ocho por ciento de los casos en niños”.
La fatiga es el síntoma más frecuente que queda y la dificultad para respirar, que se deben a la afectación que se produce en los pulmones y las vías respiratorias de los pacientes que estuvieron en estado crítico o en una UCI.
“Meses después de la infección, todavía tienen hallazgos en las pruebas que miden cómo están funcionando los pulmones, en donde hasta un sesenta por ciento de los pacientes han tenido alteraciones, independientemente de si tuvieron síntomas persistentes, la buena noticia es que con el tiempo sí hay una recuperación”, explicó Soto.
El doctor aclaró que la recuperación involucra la rehabilitación pulmonar.
Para dichos pacientes es importante tener una dieta balanceada, evitar la contaminación ambiental, las quemas, el fumado (incluso el pasivo) y evitar enfermarse a causa de otras infecciones.
“En los niños ese factor nos afectó mucho en invierno, porque además del covid enfrentamos el virus respiratorio sincitial, el rinovirus y la parainfluenza que provocaron muchos internamientos”, detalló el neumólogo.
Riesgos de enfermedad crónica
Los especialistas siempre han seguido de cerca a los pacientes que han tenido infecciones respiratorias por coronavirus a edades tempranas debido a que hay una asociación de estos con antecedentes familiares de asma, rinitis o alergias que aumenta el triple el potencial de desarrollarlas con respecto al resto de la población.
Lo más importante es que puedan volver a su condición normal y logren tener la calidad de vida que se quiere después de un internamiento de ese tipo.
“En los primeros diez años de vida hay un desarrollo pulmonar y su función va aumentando en la adolescencia (hasta los 18 años), por lo que la edad es fundamental para proteger los pulmones, ya que cualquier daño que sufran en los primeros años de vida puede impactar la capacidad máxima de su desarrollo pulmonar, incluso para el resto de su vida.
“La ventaja que tienen los niños es que logran controlar algunos de los factores que causan problemas en los primeros años y la gran mayoría la mejoran, lo que no pasa en los adultos.
“No podemos bajar la guardia, aún hay variantes nuevas surgiendo en otros países y lo que hemos aprendido es que lo que empieza en Europa y Asia, termina llegando aquí en algún momento, por lo que debemos seguir lavándonos las manos, usando mascarilla, no estar en lugares cerrados y quedarse en casa si tiene síntomas de gripe”, recalcó Soto.
Los padres deben reconocer que pueden proteger a sus hijos de forma responsable mediante su vacunación, así como del círculo de adultos que los rodea.