EscucharParte de la esencia del “pura vida” tico tenía que ver con que los costarricenses somos más de disfrutar las experiencias y no estar tan inmersos en el corre corre, que ni nos damos cuenta lo que hay a nuestro alrededor, sin embargo, eso ha venido cambiando.
Ya para el 2019, antes de la pandemia, Costa Rica empezaba a mostrar el cambio de procesos a resultados, porque la globalización nos obliga a eso. Aunque nos sigue gustando tener tiempo para disfrutar el café o una buena comida, la demanda laboral obliga a tomárselo en el escritorio, mientras usted continúa su labor.
“Para el 2020, 8 de cada 10 personas eran orientadas a resultados, que no esperan el proceso, que están ansiosas mientras le empiezan a explicar porqué vale la pena pagar el producto más caro”, explicó el investigador.
Así quedó evidenciado en el estudio sobre la guía del consumidor hecho por la empresa White Rabbit FCB/CREA en Costa Rica, Centroamérica y el Caribe cuyos resultados fueron presentados por Juan Bernárdez, CEO de dicha empresa.
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“Por ejemplo, en la Selección 2014, Jorge Luis Pinto es una persona de resultados, y lo que buscaba era el resultado, ganar el Mundial, pero los jugadores eran más de procesos. Está bien ganar el campeonato mundial, pero quiero tener una experiencia linda de vivir el Mundial”, agregó el experto.
Bernárdez agregó que Costa Rica históricamente fue un país de procesos, contrario a los estadounidenses que vienen de un país más de resultados y cuando vienen de vacaciones toman mucho como si estuvieran trabajando, porque están acostumbrados a un ritmo acelerado y así se está volviendo el tico.
“Ellos vienen muchas veces acá para ganar calidad de vida y es que los países de resultados como Argentina y Estados Unidos, sus habitantes tienden toman más antidepresivos, se automedican, viven menos y hay mucho estrés e infartos”, explicó Bernárdez.
Así que si queremos mantener las cifras de expectativa de vida, deberemos retomar nuestras costumbres de tomarnos la vida con calma.
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