Este 2017 cumplimos 114 años de cantar la letra de nuestro Himno Nacional, pero el país sigue sin pagarle a José María “Billo” Zeledón los ¢500 colones que se ganó en 1903.
El escritor ganó el concurso que convocó el Poder Ejecutivo para ponerle las estrofas a un himno que tenía la música desde 1852, compuesta por Manuel María Gutiérrez.
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Dos nietas de Billo recordaron que su abuelo, por ser un caballero con un honor inquebrantable, jamás cobró el premio porque prometió bajo juramento que hasta no ver su nombre en un documento oficial del Gobierno, en el cual se le dijera al país que él era el autor de la letra del Himno, no cobraría un cinco de ese premio.
El 10 de junio de 1949, la Junta de Gobierno de José Figueres Ferrer al fin declaró oficial la letra, algo que soñó Billo desde 1903, pero el país no se metió la mano a la bolsa para darle un cinco a Zeledón ni a su familia, una platica que se había ganado honradamente.
Billo falleció el 6 de diciembre de ese año a la edad de 72 años, en su finca, la cual llamó La Pastora.
Las nietas Estrella Zeledón Lizano (esposa del expresidente de Costa Rica Rodrigo Carazo, quien falleció en el 2009) y Ligia Calvo Zeledón, fueron quienes nos confirmaron que a su abuelito no hubo Gobierno que le honrara el premio que para aquel entonces era un platal.
Perro amarrado por política
Ascención Esquivel Ibarra, presidente de Costa Rica en 1903 (gobernó de 1902 a 1906), fue quien sacó a concurso nacional la letra del Himno, porque ya teníamos tiempo de tener la música, pero, aunque hubo algunos intentos de ponerle palabras, estos se fueron tirando al olvido.
Muchos de los grandes escritores de la época, poetas y catedráticos, enviaron sus propuestas, en esas estaba la de Billo. El concurso exigía que debían tener un seudónimo en el sobre, el suyo era Sembrador.
Varias semanas después de trabajar en la letra, mientras su esposa Ester tocaba la música en el piano, inspirado completamente por nuestra bandera, Billo terminó todas las estrofas y mandó el sobre al concurso.
El propio Esquivel se encargó de decirle al país que Sembrador era quien había ganado, fue hasta un día después que se dieron cuenta que se trataba de José María Zeledón, una persona contraria al partido del presidente.
Como era muy normal en esa época, y también en esta, Esquivel, al saber que un opositor suyo había sido el ganador, no le dio la gana oficializar la creación de Zeledón.
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“Yo no cobró ni un cinco hasta que me oficialicen como ganador y como el responsable de escribir la letra de Himno Nacional”, son las palabras que habría dicho Billo, o al menos eso era lo que sus papás le contaron a Ligia y Estrella, quienes no dudan que su abuelito tenía un honor inquebrantable.
¿Cuánto le debemos?
Esa deuda de 500 colones se ha hecho más grande con el pasar de los años, por eso contactamos al Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas de Costa Rica para que nos hicieran un estimado que lo que se le tendría que pagar a Zeledón.
Según los cálculos, que son hipotéticos, la deuda alcanzaría los ¢1,3 millones.
"Suponemos que los 500 colones en 1914 (hay estadísticas desde ese año) se hubieran invertido utilizando los datos actuales de CDPs del BCR (Certificados de depósito a plazo a un año), con una tasa de 8% anual por los 103 años transcurridos, hoy se podría retirar un total de 1,38 millones de colones", explicaron los expertos.
Lo seguro es que la deuda crezca y crezca, pero nunca se cancele.