En Costa Rica tenemos un serio problema de agua potable y es que, a pesar de ser un servicio básico, casi 105 mil personas no tuvieron acceso a agua potable en el 2023, según dio a conocer la Contraloría General de la República.
Y es que ellos publicaron los resultados de una auditoría que le realizaron al Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), sobre cómo le llega el agua potable a los ticos y no son buenas noticias.
Solamente el año pasado no llegó agua limpia a 40 distritos afectando a un total de 104.119 personas.
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Más preocupante aún, desde el 2018 zonas como San Antonio de Escazú, Piedades, San Josecito, Corredores y más, no llegan ni a los niveles mínimos de calidad de agua que se exige por ley.
Y ni hablar de los cortes de hasta 91 horas semanales que se vivieron en Desamparados hace unos meses.
Es importante recalcar que esta situación se viene viviendo desde hace un tiempo.
Según el informe, a nivel nacional, la cobertura de agua potable pasó de ser un 99,7% del territorio costarricense en 2021 a un 95,6% del país para el 2023.
Problemas a futuro
En su informe, la Contraloría deja claro que el servicio que ofrece el AyA no es eficiente ya que no logran asegurar que el agua llegue a todos cubriendo la demanda.
Además que la calidad del agua que llega a las personas que viven en condiciones vulnerables es realmente deplorable, poniendo en riesgo su salud y situación.
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A ojos de la Contraloría, si esta situación continúa podría llegar a tener un impacto importante en el futuro como desabastecimientos y racionamientos cada vez más frecuentes y prolongados.
Mientras que para el AyA significa un fuerte golpe a su bolsillo, ya que para este 2024 por reajustes tarifarios y el agua que no contabilizó ni facturó en 2023, van a tener pérdidas de hasta 28 mil millones de colones.