El pasado 6 de marzo doña Dora Bustos Duarte celebró sus 104 años, en San Blas de Carrillo, en Guanacaste. Ella nació justo en el año en que fueron derrocados los hermanos Joaquín y Federico Tinoco de la presidencia del país, en 1919.
Cuando hablamos con ella, recientemente, eran las once de la mañana y ya tenía listo el almuercito, además, estaba terminando de barrer la parte del patio que usa para hacer las rosquillas que vende desde hace muchos años y con las cuales sacó adelante a su familia.
¿Cuál es el secreto para vivir más de 100 años?
No se lo puedo dar porque yo no lo tengo. Nadie me lo ha dado. Solo Dios sabe por qué he vivido 104 años y Él no me ha dicho cuántos años más voy a vivir”, responde doña Dora.
¿Cómo se siente con 104 años?
Muy bien de salud, gracias a Dios. No tengo ninguna enfermedad, no tomo ningún medicamento… bueno, solo acetaminofén y de vez en cuando para unos pequeños calambres que me dan en las manos. A estas edades no faltan dolencias.
¿Feliz a los 104 años?
Muy feliz. Soy una mujer feliz. Cómo no voy a estar feliz si Dios me ha permitido vivir tantos años. Yo todo lo que tengo a mis 104 años se lo debo a él que me tiene tan sana. Por ahí tengo un problemita de la vista, pero eso no me quita la felicidad. A mis 104 años todavía puedo bailar.
Nunca ha dejado de trabajar. En todo Carrillo sus rosquillas y tanelas son superconocidas y buscadas.
“Ahora no soy la que está a cargo de todo, lo hace mi hija (Zaida Gutiérrez Bustos, quien tiene 74 años, es la cumiche, ya que el mayor es Tomás, quien tiene 85 años). Lo que nunca voy a dejar de hacer es probar la masa para asegurarme que esté en el punto exacto”, asegura doña Dora.
Doña Dora tiene seis hijos, nueve nietos, once bisnietos y tres tataranietos. Con gran alegría nos confirma que a sus 104 años bien vividos todavía le gusta tomarse su buen vasito de vino de coyol, del dulcito, aunque reconoce que la marea un poquito.
Genética sorprendente
Jorge Vindas López, fundador de la Asociación Península de Nicoya Zona Azul, gran investigador de la zona azul costarricense, nos confirma que el caso de doña Dora y su familia es genéticamente, el más sorprendente de la zona azul tica.
¿Por qué es sorprendente este caso? Porque no solo doña Dora tiene una cantidad importante de años, sino que también dos de sus hermanas: Encarnación Gutiérrez Bustos, tiene 95 años, y la más pequeñita, Ninfa Gutiérrez Bustos, tiene 91 años.
Eso no es todo, Filemón, un hermano de ellas, falleció a los 100 años. Todos superan la expectativa de vida del país que anda por los 80 años. Otros dos hermanos fallecieron longevos, Carmen a los 94 y Dimas a los 97.
“¿A qué obedece esa longevidad excepcional? Posiblemente nunca lo sabremos dicen algunos investigadores de la comunidad científica. Se cree que la longevidad excepcional se debe a la suma de varios factores: un ambiente más limpio, como lo fue el entorno que los rodeó en su vida. Aun en la región de la zona azul de la península de Nicoya se conserva un poco de ese ambiente sano.
“A lo anterior deben sumarse los genes, en la población de la zona azul de Costa Rica hay un factor genético fuerte de origen amerindio. Debemos aprender del estilo de vida de los centenarios.
“Todas estas personas longevas son muy trabajadores, las condiciones existentes a lo largo de sus años, obligaban a un estilo de vida donde había que moverse siempre, eran actividades muy físicas como lavar ropa en el río, cocinar, cuidar los animales del cerco trasero, traer agua de nacientes o del río más cercano.
“Además, volar machete, ordeñar a veces hasta diez vacas, usar otras herramientas como el hacha, la macana, la pala, preparar la tierra para sembrar, cultivar, cosechar, andar a caballo, entre otras actividades. Y estas actividades las desarrollaban tanto hombres como algunas mujeres”, explicó Vindas.
Gilbert Brenes Camacho, investigador del Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (UCR) también opina sobre el tema.
“Lo que nos ha dicho la evidencia científica al comparar la zona azul costarricense con el resto del país es que las personas de cien o más años de Nicoya tienen menos niveles de discapacidad, triglicéridos, deterioro cognitivo, además, menos colesterol y los hombres tienen menos diabetes.
“Posiblemente, esos centenarios tuvieron hábitos saludables toda su vida y recibieron apoyo familiar constante. Es una población, la nicoyana, con menos niveles de consumo de calcio y nutrientes, pero altos consumos de grasas saturadas y carbohidratos. Han tenido una dieta muy variada y eso les ayuda a envejecer saludablemente. El consumo de maíz no procesado es otra ayuda”.
Recuerda el investigador que, en el 2019, antes de la pandemia, realizaron un trabajo en zonas rurales y lograron comprobar que los que no salían de sus casas eran visitados por personal de los Ebais y también por miembros de sus iglesias, quienes les daban gran apoyo si estaban enfermos.
La Niña Yolanda
El pasado 16 de enero cumplió 101 años doña Yolanda Murillo Esquivel. Ella nació en 1922, lo que pasa es que su papá la inscribió en el Registro Civil un año después. Es josefina, del barrio La Dolorosa. Tiene seis hermanos, cinco hijos, quince nietos y once tataranietos.
Recuerda que no tuvo graduación de sexto grado porque para 1934 el país era atacado por la polio y la escuela Vitalia Madrigal decidió suspender las graduaciones.
“Me conocen como la Niña Yolanda, fui educadora hasta que me pensioné. Ahora vivo en Llorente de Tibás. No le puedo decir el secreto de vivir 101 años, no lo sé, Dios me tiene aquí. Puede ayudar que siempre me he alimentado muy bien”, nos comenta la Niña Yolanda.
Para su cumpleaños la visitaron todos sus hermanos, nietos y bisnietos, la casa estaba llena de gente que le celebró sus 101 años y compartieron con ella la música que le gusta de Los Panchos y Carlos Gardel.
Uno de sus hijos, Mario Ruiz, quien vive con ella, nos explicó que está pura vida de salud.
“En algunos momentos le duelen un poquito las piernas, pero nada más. Está muy bien de salud”, dijo.
Son 738
De acuerdo al último dato que nos confirma el Tribunal Supremo de Elecciones, en Costa Rica hay 738 abuelitos con 100 o más años: de los cuales son 242 hombres y 496 mujeres.
Nos explica el Tribunal que tenemos 268 ciudadanos de oro con 100 años: 90 hombres y 178 mujeres; 199 personas con 101 años: 141 mujeres y 58 hombres; 102 con 102 años: 29 hombres y 73 mujeres.
Además, 67 abuelitos con 103 años: 24 hombres y 43 mujeres; 41 con 104 años: 17 hombres y 24 mujeres; 20 con 105 años: 11 mujeres y 9 hombres; 18 con 106 años: 9 hombres y 9 mujeres, así como 7 mujeres con 107 años.
— ¿Qué es una zona azul? Las zonas azules son lugares del mundo donde las personas viven vidas considerablemente más largas y saludables. En estos lugares se pueden encontrar personas con 80, 90, 100 y más años de edad e incluso los llamados supercentenarios, aquellos que superan los 110 años. El planeta Tierra solo tiene identificadas cinco zonas azules: la isla de Cerdeña en Italia, la isla de Okinawa en Japón, una comunidad adventista en Loma Linda California Estados Unidos, la isla de Ikaria en Grecia y la Península de Nicoya en la Provincia de Guanacaste en Costa Rica. No es toda la península de Nicoya, el área privilegiada la conforman solamente los cantones de Nicoya, Carrillo, Santa Cruz, Nandayure y Hojancha.
Hay en Tiquicia 5 mujeres y 3 hombres con 108 años; 6 personas con 109 años: 4 mujeres y 2 hombres; 6 con 109 años: 2 hombres y 4 mujeres; 1 mujer de 111 años y 1 hombre de 115 años.