La solemnidad de Corpus Christi es sin duda una de las más importantes para la comunidad católica del país y del mundo entero.
Cada año, el Corpus Christi se celebra el jueves siguiente de la solemnidad de la Santísima Trinidad, esto es, sesenta días después del Domingo de Resurrección, con el que culmina la Semana Santa. Se decidió que cayera jueves en coincidencia con el día de la semana en que se celebra la Última Cena.
Sin embargo, en muchas comunidades se festeja los domingos para que pueda participar más gente de la misa y es unas de las actividades que se incluyen en el calendario litúrgico, durante el tiempo ordinario.
De acuerdo con el presbítero Norberto Esteban Ramírez, esta es una de las llamadas fiestas móviles del calendario litúrgico. Se llama así porque no tiene una fecha en específico. El Corpus Christi, que en latín significa cuerpo de Cristo, se celebra gracias a la experiencia de una religiosa, una monjita de Bélgica llamada santa Juliana de Lieja (1193-1258).
Juliana tuvo un rango superior en el monasterio de Monte Cornelio, cerca de la ciudad de Lieja. Ella tuvo una visión en el año 1208, en la que una luna blanca aparecía atravesada por una sombra. Una imagen que representaba a la Iglesia de su época, a la que aún le faltaba una solemnidad en honor al Santísimo Sacramento.
“Luego de este sueño, ella se quedó callada por un tiempo, pero llegó un momento de su vida en la que contó a su confesor lo que soñó y las autoridades presentaron al obispo la intención de hacer esta celebración”, contó.
Importantísima
Para el sacerdote, en la celebración de Corpus Christi no solo recordamos la eucaristía, sino la experiencia que tienen que vivir los católicos de no quedarse solo con la presencia de Cristo en la eucaristía, sino la posibilidad de que lo puedan ir a contemplar.
LEA MÁS: ¿Quién fue Carlo Acutis? El muchacho que será declarado santo por un milagro de una tica
Por eso, en cada fiesta del Cuerpo de Cristo se hacen procesiones, en donde se llevará a Cristo, presente en la eucaristía.
“Es una fiesta importantísima, es un momento de mucha fe, por eso debemos tener presente esta fecha, porque en ese pasar de Cristo por nuestros barrios, suceden cosas importantes, muchas manifestaciones de fe, es ver a Cristo presente en la eucaristía, su cuerpo, su sangre, su divinidad”, destacó.
El sitio EWTN destaca la importancia de la eucaristía en la palabra de Dios.
“La eucaristía es la ‘fuente y culmen de la vida cristiana’ (Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 11). En la eucaristía, Jesús mismo vuelve a presentar su sacrificio en el calvario (Lucas 22,19-20; 1 Corintios 11,26-29) para beneficio nuestro y se nos da en la santa comunión (Éxodo 16,4; Juan 6,1-14, 48-51), y se queda con nosotros hasta el fin de los tiempos (Lucas 24,13-35; Mateo 28,18-20).
“Viene a nosotros en esta humilde forma, haciéndose vulnerable por amor a cada uno de nosotros. Sin embargo, es Dios mismo, y por tanto el Cuerpo y la Sangre de Cristo merecen nuestro mayor respeto y amor, y también adoración. En el himno ‘Tantum Ergo’ de Santo Tomás de Aquino, rezamos:
“‘Veneremos, pues, inclinados, tan grande Sacramento; y la antigua figura ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos’”.