EscucharEl Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) afinó todas sus armas para la producción de plasma, el “arma” con la que peleará con todo ante el coronavirus.
En un simulacro con plasma de personas que jamás se han contagiado se logró dejar bien aceitadita su línea de producción y alcanzaron 50 dosis inyectables.
¿Cómo se come eso? Resulta que la prueba que se hizo con sangre de personas sanas se llevó puras tejas durante el proceso hasta transformarla en un tratamiento con anticuerpos que podría ser inyectado en pacientes contagiados y sanarlos.
Se usó sangre de gente sana y no de contagiados, porque primero se necesitan pruebas que confirmen que todo el proceso está pura vida.
“Los resultados que obtuvimos fueron muy satisfactorios. La precipitación corrió del modo que esperábamos. Pudimos obtener más de 50 viales (dosis) de los proyectados (56 en total) de un proceso de 25 litros de plasma.
“Las características son las requeridas y por lo tanto es un producto inyectable en términos de calidad química y microbiológica”, afirmó el doctor Guillermo León, coordinador de la División Industrial del ICP-UCR.
Gracias a esto el ICP-UCR está preparado para recibir el plasma de las personas convalecientes del COVID-19 y se logrará producir la anhelada formulación de inmunoglobulinas (mide concentración de distintos anticuerpos en la sangre) purificadas y concentradas.
“El trabajo de estas últimas semanas lo hemos enfocado en la producción de antivenenos y así llenar nuestras bodegas con el producto suficiente para satisfacer la demanda. Esto nos dará espacio para procesar, sin mayores retrasos el plasma en el momento en que la Caja lo haga llegar”, enfatizó León.
El ICP-UCR tuvo que modificar su laboratorio de producción para incorporar una nueva línea de procesamiento de plasma humano, ya que es completamente diferente a la que se usa en la elaboración de los sueros antiofídicos.
