Una antena de siete metros de largo se transformó en árbol de Navidad, gracias a la iniciativa de Javier Alvarado y Francisco Gutiérrez, dos muchachos que bretean con el Comité de la Cruz Roja de Mora.
Por eso, si usted anda por ese cantón josefino en horas de la noche, seguramente tendrá que fijar su vista en este curioso adorno navideño.
Los muchachos tardaron unas ocho horas montando las luces y lo hicieron en dos turnos para no cansarse. Ellos pusieron 2.500 luces y es la primera vez que se animan a hacerlo, pero el éxito ha sido tal, que ahora desean convertirlo en una tradición durante los siguientes años, pero le irán metiendo más luces.
"Nos pareció algo llamativo y diferente y no pensamos que se fuera a ver tan bonito", dijo Alvarado.
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El árbol están tan lleno de luces que llama la atención desde muy lejos, gracias a su forma de pino. Además, en la pura cima le encaramaron una cruz roja, demostrando lo ingeniosos que son en ese lugar. A la par de la cima, se ve el rótulo emblemático de la Benemérita.
El árbol se puede ver desde 300 metros de distancia y es el deleite de los más chicos, aunque los adultos nunca pierde la oportunidad de darle un vistazo.
El árbol se ha convertido en todo un símbolo para la gente del cantón de Mora y refleja la imaginación que tienen los costarricenses para celebrar por todo lo alto la Navidad.