Si usted es de los que pasa sus buenas horas viendo videos en Titok, sin lugar a dudas, en algún momento, se tuvo que haber topado con doña Patricia.
Tal vez, por su nombre de pila no la reconozca, pero su perfil “Fritanga Patricia”, es la sensación del momento en el TikTok costarricense.
Esta nicaragüense lleva más de 30 años de vivir en nuestro país, pero hasta hace unos seis años explotó en las redes sociales, acumulando más de 85 mil seguidores y ganándose el título de “la tía”, como le dicen de cariño en redes.
Con una actitud llena de sabor, un corazón cargado de gratitud y un vocabulario sin filtros, esta pulseadora de 51 años encontró la llavé del éxito en Tiktok y, sin mentir, está arransando.
Pero, detrás de esa amable sonrisa, hay una dura historia que vale la pena contar.
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Necesidad
“Cuando vine a este país, me vine sin nada, solo con tres mudaditas. Me traje a mis tres chiquitos y me tocó dormí en el suelo y aguantar hambre”, nos contó.
“Así pasé casi un año, hasta que me fui y me tiré a las calles a vender café con galletitas. Luego, comencé a vender carne asada y, poco a poco, fui conquistando la comida nicaragüense”.
Tras partirse el lomo y con un pequeño empujón de un banco estatal, doña Patricia logró cumplir su sueño de montarse su negocito: “Fritanga Patricia” que, si usted es vecino de Barrio México, no nos deja mentir que son de muerte lenta.
“Aquí en San José, yo fui la fundadora de la primera fritanga nicaragüense. Después comenzaron a poner como 100 o 200, pero la original es la mía”, recordó antes de contarnos que este sueño se inició hace 22 años.
No obstante, según nos contó, en realidad desde los nueve años se ha visto obligada a trabajar y no le quedó más que aprender a cocinar.
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“Aprendí porque yo fui mercadera en Nicaragua. Vendía pan, fresco, y tajada con ensalada y queso, que fue lo que fui a regalar ahora”.
Y es que, como le contamos, doña Patricia tiene un corazón enorme y cada vez que tiene oportunidad, se da una vuelta por San José para repartir comida.
Manos que dan
Si doña Paricia no está en Tiktok respondiendo a los comentarios con un picoso video, lo más seguro es que la agarre haciendo un en vivo, pasadas las 11 de la noche, repartiendo comidita que le sobró de la breteada del día.
“Cada año voy, cuatro veces al año, a regalar comida a la gente, tengo unos 20 años de hacerlo”.
“A mí, al principio la vida me dio palos, nadie me dio la mano, pero cuando comencé a hablar con la gente y a comentarles lo que quería, muchos, sin conocerme, me abrieron las puertas”.
Y es que, ante sus ojos, esta es una linda manera de facilitarles la vida a todos aquellos que están donde ella estuvo.
“Cuando yo vendía en las calles, en la madrugada, traía cajas para vender y conocí a muchos piedreros que me ayudaron a cargar mis cosas desde la parada hasta mi casa y, nunca recibí un daño de parte de ellos”.
“Mucha gente abusa de ellos y no tiene que ser así, porque todos somos seres humanos. Por eso es que me nació hacerlo, porque son hijos de Dios y a mí el Señor me ha bendecido con gente que llega a comprarme, entonces yo tengo que bendecir a la gente de la calle”.
Sensación del momento
Ahora, como bien les contamos, a pesar de que este negocio tiene más de 20 años de existir, no fue hasta hace unos seis años que la cosa se puso seria gracias a las redes sociales y doña Patricia se convirtió en toda una celebridad, pero, ¿cómo llegó hasta eso?
“Primero lo metí en Facebook e Instagram, pero no fue hasta que abrí TikTok, que esto se hizo viral”.
Lo más curioso es que todo nació de un cliente de doña Patri, que fue quien le dio la idea.
“Un queridísimo amigo mío que se dedica a las redes, una día llegó a comer y me dice: vea las grandes filas que hay aquí, si usted se mete a esta aplicación que acaba de abrir (Tiktok), ¡va a ser un éxito!“, recordó.
Y dicho y hecho, en menos de tres días ya tenía más de 10.00 seguidores, lo que le generó la suficiente confianza para mandarse al agua y hacer cada vez más videos.
¿Cuál ha sido la clave de su éxito? Doña Patri la tiene clarita.
“Yo no sé manejar redes, entonces las manejo a mi manera, así, a lo vulgar, hasta puteo gente”, dijo muerta de la risa.
“Pero así la gente me ha aceptado, gracias a Dios. Muchos me felicitan por no haber cambiado y, como soy bien abierta y me sale todo fluido, muchos tiktokers han venido a grabar conmigo”.
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“La gente es bien linda, cuando vienen me abrazan y me dicen: ‘no tiene ni idea cómo la queremos en Tiktok, cuando la gente la ataca, nosotros contraatacamos. Sabemos que usted grita y todo, pero sos un gran ser humano”, recordó con cariño.
“La gente que me critica es la que no me conoce, porque yo atiendo superbién y soy una mujer muy cariñosa. Puede llegar un hijup...feo y horroroso, que yo le digo ‘mi amorcito, lindo, precioso’”, dijo muerta de risa.
Ahora, si se pregunta cuál es la especialidad de doña Patricia, lo mejor sería que la vaya a visitar de viernes a domingo en la calle 18, avenida 7A, de Barrio México.
Doña Patri nos abrió las puertas al equipo de La Teja para darnos una monchona, ¿será que aceptamos?