“Tengo que confirmarle que, y muy lamentablemente, el corazón del costarricense es un corazón enfermo, un corazón que no está en óptimas condiciones y que ahora, a cualquier edad, puede ponerse muy grave y detenerse para siempre”, asegura el doctor Elliott Garita Jiménez, doctor especialista en cirugía cardíaca y secretario de la Junta de Gobierno del Colegio de Médicos de Costa Rica, quien nos atendió en medio del 82 Congreso Médico Nacional que realiza esta semana en el Hotel Real Inter Continental.
Tres ejemplos dolorosos de los últimos días: Víctor Hugo “Kuarta” Pacheco, músico costarricense, a sus 71 años sufrió un paro cardíaco; quien fuera director del OIJ desde el 2015, Wálter Espinoza Espinoza, a sus 54 años también murió de un paro cardíaco; hace pocos días falleció el exportero de Primera División, Anthony Vargas, igual, de un infarto y con tan solo 29 años de edad y tras ser un deportista prácticamente toda su vida.
Nos contó el doctor que se espera para el 2030, muy posiblemente el 50% de la población tenga más de 55 años y eso va a ser un número muy importante que podría impactar a una sociedad que si llega con el corazón tan enfermo como lo tiene, entonces será un número muy complicado de manejar por los servicios de salud.
Educar en casa
“Necesitamos rehabilitar y mejorar, urgentemente, los planes de educación porque tener un corazón sano es algo que se enseña: el comer bien, el hacer ejercicio, el preocuparse por la salud, todo eso se enseña en la primera y principal escuela del costarricense, el hogar, su familia.
“Afrontamos un reto como país, en cada hogar, el enseñar y promover una vida saludable. Es desde el hogar donde el corazón se comienza a enfermar, por eso, son los papás y familiares, los verdaderos educadores de un corazón sano”, advierte el especialista del corazón.
Cuando el doctor recuerda las primeras cinco causas que matan al tico, el infarto está en primerísimo lugar, en segundo lugar, los problemas que provoca la hipertensión; en tercer lugar, los problemas secundarios por la diabetes, la cuarta, los problemas de insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal (que sería la quinta) y una sexta causa que más muertes provoca es el cáncer de mama.
“Costa Rica tiene el corazón muy enfermo, a tal punto que ya normalizamos los problemas cardíacos, todos tenemos un familiar con problemas del corazón y lo vemos como algo normal porque en otros muchos hogares también pasa. Todos tenemos un conocido o un familiar al que le dio o le quiso dar un infarto.
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“Nos hemos abandonado como país: no hacemos ejercicio, comemos mal, no respetamos los horarios de comida o nos brincamos del todo una comida. Preferimos comer comidas con muchas harinas, con bastante azúcar, nos cuesta balancear la proteína que se consume, no le damos prioridad a las fibras y a las ensaladas”, reiteró el cardiólogo.
Principal causa de muerte
Las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la principal causa de muerte en Costa Rica. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), de las 11.550 muertes registradas en el primer semestre del 2020, 573 se produjeron por infarto agudo de miocardio y más de 1.280 a enfermedades ligadas al corazón y accidentes cerebrovasculares.
Y tras de cuernos, palos, porque el covid-19 vino a complicarle el corazón a los ticos. “Tras sufrir el virus muchos de nuestros pacientes empezaron a presentar episodios de presión alta, formación de coágulos en las arterias, problemas pulmonares, trastorno del sueño y hasta dificultad para concentrarse. Esto nos obligó a replantear nuestros tratamientos y cirugías”, agrega el doctor Garita Jiménez.
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“El corazón es la causa principal de la muerte del costarricense, los números suben, todos lo sabemos, pero la gente sigue igual, olvidando enseñarles a sus hijos que tome líquidos, que coma bien, que sus comidas sean balanceadas.
“Un corazón sano, repito, empieza en el hogar no en el hospital, lo que llega a los hospitales son ya corazones enfermos, corazones que pudieron mantenerse sanos con una sana educación”, asegura el doc.