Una mentalidad de pulseador y de visionario es la que ha caracterizado a don Ulises Romero, vecino de San Gerardo de Rivas, en Pérez Zeledón.
Él solo obtuvo su segundo grado de escuela y no necesitó ningún título académico para tener esa chispa de negociante, pues fue dueño de una finca cafetalera, luego tuvo una lechería, también una pulpería y una soda, esta última la transformó en uno de los principales puntos de partida para conquistar lo más alto de Costa Rica, el cerro Chirripó.
Y es que así fue como nació el hotel Urán situado a tan solo 100 metros de la entrada principal del sendero que lleva hasta la famosa cumbre.
La chispa de emprendedor se la heredó a su hijo menor, Rohel Romero Ureña, quien actualmente es quien administra ese lugar.
Este alojamiento lleva este nombre porque desde su patio se tiene una vista al espectacular cerro Urán que mide 3.660 metros de altura, siendo uno de los más altos del territorio costarricense.
Todo comenzó en junio de 1998, cuando don Ulises y su esposa, María Luisa Ureña, se quedaban solos en su casa, pues los hijos ya estaban grandes y por trabajo ya se habían ido, varios de los cuartos estaban vacíos y algunos turistas pasaban pidiendo hospedaje y alimentación, el matrimonio cocinaba y atendía a los visitantes al mismo tiempo, para ese entonces no eran muchas las personas que subían al punto más alto del país.
El matrimonio de buen corazón les regalaban comida; sin embargo, hubo una ocasión que les dejaron ¢6.000 y en aquellos tiempos era mucha platica. Don Ulises recuerda cuando su esposa le dijo que les dejaron esa cantidad de plata y en ese momento vieron que tenían una oportunidad de negocio.
Rohel estaba trabajando en Estados Unidos y muchas veces enviaba dinero para que su papá siguiera con la transformación de la casa en una soda con más habitaciones.
Pero la cosa creció rápido y para 1999 contaban con 10 habitaciones con baño compartido. En el 2005, Rohel se vino de Estados Unidos y ayudaba aún más a su papá con la administración.
La soda no desapareció sino que se convirtió en el restaurante Ventisqueros, lleva este nombre porque en la zona pasaban bastantes corrientes de aire, además en honor a otro de los cerros que se encuentran en el parque nacional Chirripó.
“Desde entonces, todos los años hemos ido actualizando con más servicios”, afirma Rohel.
Para este 2024, el hotel tiene una capacidad de 70 personas en sus 21 habitaciones, cada una con su propio baño y servicio sanitario, además cuentan con 9 cabañas.
Dentro del hotel tienen un área de bar, el servicio de Internet es bastante rápido y estable. Además, a los visitantes les permiten dejar el carro para que suban hacia el cerro Chirripó y al regresar lo encuentren a escasos metros de la entrada principal del sendero, sus huéspedes pueden ducharse y hasta contratar por un servicio de masaje o descarga muscular luego del gran esfuerzo de subir y bajar.
Le preguntamos a don Rohel, ¿por qué tanta gente sube ese cerro?
“Chirripó tiene una energía muy positiva, muchas personas dicen que van a este parque nacional para recargar baterías por lo menos una vez al año.
“La mayoría de gente que viene al Chirripó es muy noble, el 95% de personas que vienen comparten un mismo estatus de vida con mucha consciencia, gente amigable, sin importar la condición económica de cada uno, aquí han venido desde expresidentes, doctores, abogados, estudiantes, personas que trabajan para empresas”, recordó don Rohel.
Rohel recuerda que la primera vez que subió el Chirripó fue cuando tenía 7 años, ha estado 35 veces en esa famosa cumbre. Incluso, a la misma edad llevó a sus dos hijos, quienes ya son mayores de edad y apoyan al papá en el proyecto del hotel.
El Urán mantiene en planilla a nueve personas y siempre reciben a muchas familias.
Usted podrá encontrar buena alimentación, un buen trato por parte de los trabajadores y un sitio de preparación y descanso para subir el punto más alto del país. Ah y si se le olvidó un poncho para la lluvia, las medias o bien quiere llevarse un recuerdo como una gorra del Chirripó o una bandana, hasta eso le ofrecen.
Usted puede reservar al número 2742-5003 le aseguramos que si usted es una persona aventurera y agradecida no se va arrepentir.
LEA MÁS: “Subir el cerro Chirripó es una mezcla de ilusión, sacrificio, dolor, frustración y gloria”