Justo en estos momentos en que usted lee esta nota, doña María del Rosario Camacho Badilla se encuentra en un asunto patriótico que le apasiona y encanta, está bordando el escudo presidencial que lucirá en su banda presidencial Carlos Alvarado, el próximo 8 de mayo, cuando sea juramentado en la Plaza de la Democracia y tome el poder.
Visitamos a esta herediana en su casa en Santo Domingo y comprobamos que en asuntos de bordar ella es toda pasión porque no solo aprendió para hacer hermosas obras de arte, sino que también le ha servido para ayudar a la gente a superar hasta estados de depresión.
Doña Rosario es una profesora del bordado, pero no una cualquiera, se dio cuenta que con sus habilidades podía ayudarle a la gente y por eso hasta dio clases gratis en escuelas y colegios. Incluso, tiene acondicionada su casa para dar clases a pequeños grupos, siempre pensando en que la gente piense en bordar y no en cosas negativas.
Hace cuatro años debutó en estos asuntos de la patria, cuando la actual primera dama, doña Mercedes Peñas, decidió que doña Rosario hiciera la banda presidencial completa. De una vez, en aquellos días del 2014, esta bordadora profesional le dijo a su hermana, doña María Elena que le metiera mano a la banda presidencial porque ella se encargaría en exclusiva de bordar el escudo.
Muchos nervios
“Como era mi primera vez me dieron demasiados nervios, recuerdo que me llamaron (Patricia Gómez, periodista del equipo de Luisgui) y lo primero que dije fue que no, pero fue de los puriticos nervios. La muchacha me preguntó que si estaba diciendo que no porque yo no podía, entonces le dije que sí podía, pero que tenía mucho miedo, que me dejara respirar un poquito para responderle mejor, entonces, al ratico, ya más tranquila le dije que sí”, recordó la domingueña, quien trabajó 20 años como secretaria ejecutiva en la Caja Costarricense del Seguro Social.
En esta ocasión, a doña Rosario la llamó otra persona, pero el encarguito era algo diferente, le pidió que por favor le hiciera el escudo de la banda presidencial porque quería regalársela a Carlos Alvarado, eso fue incluso antes de la primera ronda. Le preguntó que cuanto le cobraba y ella respondió que lo mismo que hace cuatro años, “nada, yo se lo regalo al presidente con mucho amor.
“Le dije que si en verdad quería que hiciera la banda porque podía ser que no quedara presidente don Carlos, pero esa persona (Alex Solera) con mucha confianza me dijo que la hiciera porque Carlos iba a ganar. Yo en mis adentros dije, 'bueno, la voy a hacer con mucho cariño y pasión como hago todas las cosas, quede o no quede presidente'”, recordó.
La segunda ronda fue el 1° de abril anterior, pero desde el lunes 22 de marzo doña Rosario comenzó con toda la logística, lo primero que hizo fue hacer el escudo serigrafiado; no tuvo que comprar los hilos porque le quedaron de hace cuatro años cuando bordó el de Luisgui, de hecho, los tenía la hermana, por eso el Domingo de Ramos, el 25 de marzo pasado, fue a recogerlos y al día siguiente se sentó bien tempranito a darle las primeras puntadas al escudo.
“Conforme han avanzado el tema de la banda presidencial ha tomado un camino diferente al de hace cuatro años, en esta ocasión mi hermana y yo no la haremos toda, yo estoy bordando el escudo, pero solo haremos eso, la bandera parece que la harán unas monjitas”, dijo doña Rosario.
No le afloja
El trabajo de escudo presidencial es mucho, todavía no termina, esta artista espera terminar su obra patria el próximo domingo 22 de abril.
“En verdad que se lleva uno casi todo un mes. En mi caso es porque estoy muy comprometida porque todo salga tan bien que voy bien despacio para evitar errores, además, este escudo será más grande, al menos dos centímetros, que el de Luis Guillermo Solís, este mide 11 centímetros de alto por 11,5 centímetros de ancho", explicó la artista.
Este último mes ha sido de mucha concentración para la herediana, cuando nos abrió las puertas de su casa la pescamos dándole duro al bordado, nos dijo que está dedicándole más de cuatro horas al día, porque antes de cada puntada se asegura bien que todo esté perfecto, así que revisa cada detalle una y otra vez.
“Me encanta bordar y me encanta este encargo, pero al mismo tiempo me compromete a hacer un trabajo de mucha calidad. Claro, ya con la experiencia pasada uno se desenvuelve mejor, incluso, se pueden aportar pequeños detalles para que todo salga de excelentísima calidad”, aseguró.
Traspaso es tempranito |
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A las 9 de la mañana arranca el traspaso de poderes en la Plaza de la Democracia, con más de dos mil personas presentes entre invitados y el pueblo que logre inscribirse para la actividad. Dentro de pocos días la Cancillería anunciará el sitio en Internet en el cual la gente puede inscribirse para estar presente en el evento bien sentadito en una silla. Además de la Plaza de la Democracia, se utilizará el Teatro Nacional, donde las delegaciones internacionales le darán el primer saludo a Carlos Alvarado ya como presidente de Costa Rica. |
Cuando le preguntamos que si ese escudo puede hacerse con una máquina en pocos minutos nos dijo: “Claro, es muy cierto, una máquina de bordados lo haría en un dos por tres… pero es que lo hecho a mano con amor y con pasión no tiene comparación.
"Este escudo se chinea todos los días y mucho, es en estos momentos lo que más se cuida en la casa, yo no lo toco si no tengo las manos perfectamente limpias y secas, y me reviso varias veces las manos antes de tocarlo, ese amor no lo da ninguna máquina, creo que por eso los presidentes de Costa Rica lo prefieren bordado a mano, porque saben que una lo bordará con hilos del corazón”, nos respondió doña Rosario.
Esta domingueña muy alegre nos dice que a sus 64 años tiene dos hijas y ahora dos escudos, Kattia de 39, Arianna de 27, el escudo de Luisgui de 4 añitos y el escudo de Charlie que todavía está en la pancita, pero a horas de venir al mundo.