“No hay refrigeradora, no hay cocina eléctrica, no hay “coffee maker”, no tenemos olla arrocera, no hay televisión. Le resumo todo. No hay electricidad en Olán de Buenos Aires de Puntarenas desde que este pueblo se fundó en 1972. Tengo 37 años y nací, crecí y vivo sin electricidad las 24 horas del día”.
Don Omar Zúñiga Núñez, vecino del pueblo llamado Olán en Buenos Aires de Puntarenas, le pone cara alegre y positiva a la realidad que vive en pleno 2022, no conoce en su casa la luz eléctrica. Cumplirá su Navidad 37 sin lucecitas en el portal o en el arbolito de Navidad. Nada de poder ver el Festival de la Luz o los toros. No hay luz.
Es difícil que la gente de la Gran Área Metropolitana entendamos bien qué significa vivir sin electricidad, mucho menos pasar una Navidad a oscuras. Don Omar ¿no le da tristeza pasar la Navidad sin luz, sin una bombillita alegrando el portal?
“Le voy a contar un buen secreto. Vieras que las estrellas iluminan mejor que la luz eléctrica. Si no me cree, le voy a mandar una fotos tomadas con mi celular para que incluso le dé envidia de lo que es una noche oscura en Olán.
“No solo a usted, a cualquiera le daría envidia ver lo hermosa que es la naturaleza, es mejor que cualquier bombillita artificial. Le aseguro algo, para pasar la Navidad así, la naturaleza es mucho mejor”, asegura don Omar.
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Ya nos contó los electrodomésticos que no tiene, ahora les vamos a contar lo que sí tiene don Omar. Tiene una cocina de leña en la cual la comida queda el doble de rico que en una eléctrica. Tiene candelas y una canfinera para alumbrarse y tiene la gran bendición de comer fresquito el pescado (truchas) porque cultiva algunas pocas, la carne de res y la de cerdo, así como el pollo.
“Sí ponemos unas ramitas de ciprés para adornar, pero las luces nos las da el cielo. Una Navidad aquí es de cena a la luz de la candela, eso es mágico y nos encanta. Explica don Omar, quien está casado con doña Jennifer Bogantes.
Don Omar, con mucho esfuerzo, logró un emprendimiento, Cabañas Pico Aventura Talamanca. Le encanta que cuando llega gente a hospedarse (usted puede reservar llamando al 8707-3715) viven una verdadera desintoxicación de la vida moderna porque sin electricidad terminan compartiendo al máximo entre ellos, más cuando son familias con niños, hasta inventan juegos.
Para la Navidad 2022, don Omar nos cuenta que es casi un hecho que matarán un chancho y harán chicharrones en cocina de leña y el resto de carne van a tener que asarla y deberán meterla al calor de la cocina cada dos días para que les dure.
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“Celebrar Navidad en medio de la montaña no lo cambio por nada. Aquí no hay ningún tipo de ruido, no hay bombetas y por eso los animales no se estresan. Hablamos de silencio absoluto, ni un carro se escucha. Eso sí, se escucha el puma de vez en cuando, los grillos, las lechuzas y como tenemos 340 especies de aves alrededor, alguna que otra escuchamos.
“En Navidad siempre nos quedamos tarde, como hasta las 12 de la noche, nos gusta hacer tamales de cerdo y los cocinamos a la leña, quedan super deliciosos. Aquí en Olán no hay luz y ya el pueblo cumplió 50 años. Sinceramente, tampoco le veo por donde yo le diga que tal vez el otro año tendremos porque nos dicen que somos muy poquitos vecinos para que nos tiren un tendido eléctrico”, asegura el porteño.
Olán queda a 22 kilómetros de Buenos Aires, en Puntarenas. Para llegar hasta el pueblo se ocupa un carro 4x4, sobre todo en invierno. Se fundó en 1972 por gente que andaba buscando terrenos adecuados para sus ganados. Actualmente viven unas 100 personas.