“Puedo asegurar que sí, sí hay todavía lo que yo llamo “pseudosicólogos” promoviendo en el país terapias de conversión. Especialmente, en algunos centros en los cuales hacen terapias holísticas o las llamadas terapias no tradicionales y también en algunos centros que tienen un enfoque familiar, en los cuales, sabiendo que es ilegal promover estas terapias por el daño que le hacen a las personas, las siguen promoviendo.
“El daño que provocan estas terapias es prácticamente irreversible. Todavía quedan muchos padres que llevan sus hijos donde estos “sicólogos” para que los curen, porque esos hijos les dijeron que eran de la comunidad LGTBIQ+. Estas personas actúan ilegalmente, lo saben y lo siguen haciendo”.
Esta explicación nos la da el abogado experto en derechos humanos, Giovanny Delgado, quien fue uno de los que estuvo al pie del cañón en la organización de la pasada Marcha de la Diversidad.
Tocamos este tema porque apenas pasó una semana de la también conocida como Marcha del Orgullo en la comunidad LGTBIQ+ , y en esta nos topamos al presidente del Colegio de Profesionales en Sicología del país, el doctor Ángelo Argüello Castro, quien andaba como agua pa’ chocolate con este tema de las supuestas terapias de conversión.
El mensaje del doctor fue muy claro en la Marcha: “Por favor, si se dan cuenta que un sicólogo anda promoviendo terapias de conversión, no dude un segundo para denunciarlo ante el Colegio de Sicólogos”.
Con dolor, Argüello reconoció que en Tiquicia colegas suyos siguen asegurando que pueden, por ejemplo, curarle la homosexualidad a una persona desde la sicología algo que, científicamente, afirma, no tiene pies ni cabeza.
“Lo voy a decir despacio y con buena letra para que quede bien claro, no hay nada que curar ante las orientaciones sexuales diversas e identidad de género diversas. Científicamente, eso no es una enfermedad que necesite diagnosticarse y mucho menos tratamiento.
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“No podemos los sicólogos ofrecer algún tipo de técnica que suponga que vamos a reparar la orientación sexual de una persona o su identidad de género. Repito, no estamos ante una enfermedad”, asegura el presidente del Colegio de Sicólogos.
Ignorancia
“Sin bien estas prácticas fueron bastante utilizadas en el pasado, hoy se reconoce que en dicho momento se actuó bajo el amparo de la ignorancia, al considerar la diversidad sexual como una “enfermedad” o “rareza”.
Esto, entre otras cosas, llevó a violentar los derechos humanos de aquellas personas que fueron forzadas a someterse a las “terapias” o que, de forma seudo voluntaria, asistían a las mismas, más por presión familiar y social que por convencimiento, advierte el gremio de sicólogos.
Con total transparencia, el presidente del Colegio de Sicólogos recuerda que en un documento ellos aclararon lo siguiente: “Al igual que en otras ciencias, con el paso del tiempo, el avance de las investigaciones y la comprensión de la naturaleza humana, en la Ciencia Psicológica se han dado importantes avances, que permiten modificar e incluso abandonar prácticas que, lejos de ser beneficiosas para las personas, resultaban ser un completo irrespeto a uno de los más básicos derechos de los seres humanos, el de la expresión de su sexualidad y de su identidad de género”.
Actualmente, explica el Colegio, se conoce con absoluta precisión que el género biológico con el que nacen las personas es solo una parte más de la integralidad del ser humano y que, de ninguna manera, es un determinante para la orientación sexual o para la identidad de género.
Respeto
Es así que las decisiones sexuales en el caso homosexual, bisexual, pansexual, heterosexual, entre otras, significan expresiones normales de la sexualidad humana; claro está, siempre y cuando respeten los derechos de las demás personas, como sucede en los casos de abuso y violación sexual, trata de personas, relaciones impropias, etc.
Ya se comprende que existen muchos casos dónde el género biológico no va de la mano con la identidad de género que tienen las personas y que es, absolutamente, justo que cada quien emprenda las actividades necesarias para tener el cuerpo que concuerda con su identidad, asegura el Colegio de Sicólogos.
“De la misma forma, en que una persona tiene el derecho y la libertad de asistir al gimnasio para esculpir su cuerpo, de realizarse una cirugía estética para corregir una parte de su físico o de tomar un medicamento para modificar una condición que le es inconveniente, las personas que experimentan una falta de concordancia entre su cuerpo biológico y su verdadera identidad de género, deben tener la posibilidad de realizase las modificaciones físicas que gusten, o de no hacerlo si lo prefieren.
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“En definitiva, de vivir, expresarse y recibir el reconocimiento de lo que son en su esencia, sea que se identifiquen con el género femenino, masculino, una combinación de ambos o, sencillamente, no binarios”, asegura de forma tajante el Colegio de Sicólogos.
Para denunciar algún profesional en sicología que ande ofreciendo terapias de conversión puede hacerlo al teléfono del Colegio de Sicólogos, 2271-3101 extensión 116, o bien al correo: fiscalia@psicologiacr.com. También puede hacerlo ingresando a la página: http://fiscalia.psicologiacr.com/