El Colegio de Médicos y Cirujanos le mandó un mensaje claro y conciso a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) por el manejo que se le da ha dado a toda la situación de la renuncia masiva de médicos especialistas.
El Colegio metió el dedo en la llaga y les recordó que esta situación, que obligó a la Caja a entrar en estado de emergencia institucional y se está considerando declarar emergencia nacional, se pudo haber evitado.
“El Colegio de Médicos y Cirujanos señala que esta crisis era previsible y que, lamentablemente, las alertas emitidas por diversas voces, incluyendo la del propio Colegio, no fueron atendidas con acciones concretas a tiempo para evitar este escenario”, se lee en la carta.
Por si fuera poco, según explican, ellos advirtieron tres perspectivas diferentes desde las cuales había que abordar el tema: formación, distribución y retención de médicos especialistas, pero que no se les escuchó.
Nuevos temores
A sus preocupaciones anteriores, le agregaron tres nuevas: Primero, están cuestionando la opción de movilizar médicos residentes en su último año de formación a regiones de difícil acceso, ya que creen que es “cuestionable”.
“Aún son estudiantes que no han culminado su formación académica ni obtenido el grado que los acredita como especialistas. Además, al no contar con la supervisión directa de un tutor certificado, surge la interrogante de quién será responsable por sus acciones", cuestionaron.
La segunda preocupación es en torno a delegar parte de las responsabilidades de los especialistas a los médicos generales.
Y es que, a ojos del Colegio, esto expone a los pacientes a riesgos innecesarios, además de que se presta para problemas legales y éticos.
Por último, se ha propuesto habilitar una línea telefónica para que los estudiantes de medicina de último año puedan atender pacientes.
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En este caso, las preocupaciones son sobre la clase de consulta que podrían dar de esta forma y si realmente puede llegar a ser de calidad y hasta segura, ya que el riesgo de que el diagnóstico sea erróneo aumenta con las citas telefónicas.
Lo mismo sucede con la idea de que especialistas ticos fuera del país hagan teleconsultas. En ese caso entran a jugar temas como que operan bajo legislaciones diferentes y sería imposible fiscalizarlos.
Ahora, si bien el Colegio no propuso ningún tipo de solución en su carta, aseguraron estar abiertos a colaborar en todo lo necesario para encontrar soluciones sostenibles y eficientes.
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