Desde carajillo fue un gran fiebre de las fábulas más populares de la década de los ochenta y noventa. Transformers, Tortugas Ninja, Thundercats, Los Halcones Galácticos y He-Man formaban parte de la lista de sus caricaturas preferidas y conforme crecía le entraba el gusanillo por comprar figuras de acción de sus principales personales.
Jhonny Bustamante Quesada sabía que difícilmente sus papás podían comprarle al menos una pieza de colección por lo que en 2007, cuando ya trabajaba y aún estaba soltero, inició lo que hoy es una impresionante colección de 723 figuras. Incluso, su oficina de trabajo está hasta el copete de esas imágenes.
La primera que compró fue un Transformer, nada más y nada menos que Bumblebee, un Camaro modelo 1967, igual al de la serie animada original. No podía ser otro, porque Bumblebee siempre fue el personaje favorito de este ingeniero industrial, que vive en Santa Gestrudis Norte de Grecia y este sábado cumple 43 años.
Cuando le preguntamos cuál de todas es su figura favorita, no dudó en responder. “Esa de Bumblebee es mi figura favorita, porque con esa comencé como coleccionista”.
En sus vitrinas tiene cualquier personaje de esas series, hasta la nueva versión del Thundertank de los Thundercats, que compró a finales del año pasado. Pesa 12 kilos y su precio actual ronda los 450 mil colones.
Este morado de corazón también cuenta con la versión original de esa pieza, que salió al mercado en 1985, hace 38 años. ¡Y lo cuenta con un orgullo desbordante!
En medio de la conversación se vino la pregunta que no podía faltar: ¿cuánta platita ha invertido? En broma y en serio, dice que mejor no revela el monto para que no le den el divorcio.
Al inicio adquiría las piezas localmente. Luego, las compras en línea comenzaron a ponerse de moda y más de la mitad de las figuras la adquirió en Internet y muchas otras fueron regalos.
“Hay figuras que en su momento me costaron $20 (11 mil colones al tipo de cambio actual) y ahora fácilmente valen $100 (55 mil colones)”. Es decir, su valor llega a cuatriplicarse.
Pasión familiar
Jhonny cuenta que cuando comenzó prefirió no decirle nada a su mamá y su novia lo alcahuetaba, pues en la casa de ella guardaban las figuras, todas en sus cajas. Sabía que si la patrona se daba cuenta lo iba a pasar a la regañada. “Fijo me iba a decir que por qué estaba gastando la plata en eso”.
El secreto no lo pudo guardar por mucho tiempo, ya que en un temblor las piezas cayeron del respaldar donde las tenían.
“Le cayeron todas encima a mi novia y de una vez me dijo que me las llevara. Las puse en un mueble de la casa y fue ahí donde mi mamá las vio”, relató.
La colección ha estado en tres casas diferentes, pues a los pocos días de casarse, su mamá le pidió que evacuara aquel mueble. Así surgió su primera urna.
Su esposa, Inés Murillo, resultó una pieza clave para seguir con esta pasión.
“Desde que éramos novios siempre fui parte de este pasatiempo. Los regalos de cumpleaños y Navidad son relacionados 90% a las figuras. Mis dos hijas son las que saben cuáles tiene”, comentó, para luego lanzar una confesión. “Él nunca me dice en cuánto los compra”.
Y su marido soltó otra revelación. “No todo lo nuevo que compro se lo enseño a mi esposa”.
Comparte su pasión.
Su pasión la comparte con otros coleccionistas que viven en comunidades cercanas a su Grecia natal. Eso lo llevó a liderar el grupo Cyberclub Occidente, con el cual han participado en 12 exhibiciones en los últimos seis años.
Esas exhibiciones las hacen principalmente en centros comerciales. También en escuelas, parques y en las ferias geek.
Y la esposa, así como sus dos hijas, Monserrat y Sofía (de 7 y 4 años) lo apoyan a tal punto de que siempre se visten con camisas alusivas a uno de los tantos personajes de la colección.
Por cierto, la próxima exhibición será el domingo 27 de agosto, a partir de las 9 a. m., en el Liceo León Cortés Castro, de Grecia.
Si usted decide ir, posiblemente se encontrará con piezas de otras fábulas de antaño, como los Motorratones de Marte, Cazafantasmas, Scoobie Doo, Duques de Hazard y una de Mazinger Z, que forman parte importante también del tesoro invaluable de Jhonny.