Carlos Ramírez, el clon del ministro de Salud Daniel Salas, saltó a la fama en el 2020 por su gran parecido con el doctor, pero conforme han ido bajando la emergencia y la presencia de Salas, el protagonismo de Carlos también lo ha hecho.
¿Recuerdan que hasta los vimos en anuncios?
La Teja lo buscó para conocer qué ha sido de su vida y nos contó, todo contento, que está chinenando a Mariángel, su tercer retoño, que nació el 6 de diciembre.
La bebita nació bien alentada: midió 52 centímetros y pesó casi cuatro kilos (3.950 gramos).
Mariángel se suma así a sus hermanitos Bianca Nicole, de 10 años y Carlos Andrés, de 6 años, quienes --según comentó su padre-- han disfrutado mucho su popularidad.
“A ellos les gustaba, les hacía mucha gracia cuando salí en televisión o los periódicos. Mi hijo, como no entendía mucho, decía que era famoso y a la otra le hacía gracia, aunque no le gustaba cuando se topaba algún comentario en redes sociales en mi contra”, comentó el feliz y orgulloso papito.
Un vacilón
Aunque para todos la pandemia ha sido un camino difícil, a Carlos le trajo algo positivo y vacilón. Él no solo ganó popularidad nacional como el “clon del ministro”, también hubo comerciantes de Pérez Zeledón, donde vive, lo buscaron para aprovechar su parecido con el doctor Salas y anunciar sus productos.
“En el momento fue bien vacilón, me agarró de sorpresa esa comparación, no me lo esperaba. Pasé de ser una persona desconocida a que me hicieran un poquillo de bulla, es bonito”, contó Carlos.
Dice que más de un conocido ahora solo lo llama “Salas”, como que se olvidaron de su nombre, pero eso a él no le molesta, lo ve como parte del mismo vacilón.
“No me confunden, pero sí hay gente que me reconoce y me llaman y me preguntan, pero como yo no uso anteojos, solo me los puse en algún momento para vacilar”, explica.
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El boom le duró hasta como a mediados de este año, cuando aún lo contrataban algunos comerciantes.
Lo más reciente que hizo fue participar en una parodia, hace como cuatro meses, al lado de un grupo de actores josefinos que hacen comedia y lo invitaron a hacerse pasar por el ministro para su programa “La casa del papel higiénico”.
Viento en popa
Durante todo este tiempo Carlos ha continuado trabajando en su gimnasio, Gym City Fitness, ubicado en el barrio San Luis, a unos 500 metros del centro de San Isidro de El General.
“Ha sido un año muy bueno, eso (el parecido) también me ayudó porque los negocios viven mucho de la publicidad y la que me hicieron fue muy buena”, reconoció.
Dice que últimamente a su local ha estado llegando el exfutbolista y ahora fisiculturista William Sunsing a entrenarse con un amigo suyo y también visitan su gimnasio algunos jugadores del Municipal Pérez Zeledón.
Entre ellos están el brasileño Henrique Moura, Roy Smith, Starling Matarrita y Yhamir Ordain.
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Sigue el ejemplo
Carlos ha seguido los consejos del ministro Salas de verdad y ha logrado mantenerse sin contagiarse de covid en estos 21 meses de pandemia. Además, ya le pusieron las dos dosis de la vacuna.
Eso en el plano personal, pero como comerciante, asegura que hasta que no sea obligatoria la solicitud del código QR para entrar a los establecimientos, él no lo pedirá en el gimnasio.
“Por el momemto seguiré trabajando bajo la modalidad de la mitad del aforo con todo tipo de personas y si me lo exigen en algún momento, no queda de otra, porque no me gustaría exigirle eso a la gente.
“Para mí cada quien hace lo que quiere y mucha gente me ha dicho que si lo exijo, no volverá al gimnasio y eso afectaría el negocio y uno no quiere perder clientes”, explicó.
Lo que sí espera “el clon” es que la situación de la pandemia se mantenga como hasta en los días más recientes: con pocos casos.
“Espero que no retrocedamos porque cómo no nos ha costado llegar hasta aquí, sería terrible. Ya sabemos todo lo que esto ha causado y volver a lo mismo, sinceramente espero que no. Esa es la fe, que todas estas variantes que nos amenazan (ómicron) no afecten”.
Según Carlos, un 90% de los ticos lleva ya una vida normal, como antes de marzo del 2020.
“Casi no se escucha a nadie con temor, ni teniendo muchos cuidados, más allá de lo normal de lavarse las manos o usar alcohol en gel”.
Ese es el diagnóstico del clon del ministro Salas.