Mientras que para muchos las matemáticas se traducen en verdaderas pesadillas, para cinco chicos costarricenses se convierten en la posibilidad de representar al país en una competencia de aritmética mental que tendrá lugar en el país asiático de Malasia.
Este particular desafío está programado para diciembre, con la participación de más de 5 mil estudiantes de más de 80 países. Y la delegación tica sueña con estar ahí, con estudiantes entre los 8 y los 15 años de edad.
María Jesús Vega es la mayor del grupo que forma parte del programa Ucmas, un sistema extracurricular de aritmética mental. Ella tiene cuatro años de asistir a ese programa y este año ganó el derecho de ir a la final mundial, tras superar la competencia nacional.
“Es una emoción muy grande, representar a mi país al otro lado del mundo, conocer otro continente y una cultura muy diferente mientras tengo el honor de representar a Costa Rica ante más de 80 países”, comentó María Jesús, quinceañera que vive en Santo Domingo de Heredia.
Desde ya ella se imagina subida en el avión que la llevará a ella y a los otro cuatro compañeros hasta Malasia.
“Será un momento lleno de nervios y de ansias, pero sobre todo lleno de agradecimiento y orgullo”.
La colegiala afirma que se prepara muy bien para la competencia.
“Es una bendición de Dios esta oportunidad, porque él es el que me ha dado las fuerzas para conseguir esto a través de mucho esfuerzo y dedicación. Voy a competir contra los mejores de cada país y eso implica que el nivel de competitividad esté muy alto y aunque eso me asombre también me inspira a esforzarme el doble”, expresó con una emoción evidente.
A María Jesús le preguntamos cómo surgió esa pasión por la matemática, algo que resulta bastante inusual entre escolares y colegiales y ¿por qué no? Hasta los universitarios.
“Cuando era niña le tenía mucho miedo a la matemática, pero mi mamá siempre me metió en la cabeza la importancia de esta en el día a día. Y a pocos me fui soltando hasta que me enamoré de todo lo que hay detrás de ella y hoy en día puedo decir que es de lo que más disfruto hacer”, cuenta con total orgullo.
Viaje caro
La única cifra que no le agrada a este grupo de chicos es el costo del viaje. Cada uno necesita $4 mil, cerca de 2,1 millones de colones, costo que se duplica, pues todos deberán ir acompañados por un adulto.
“Eso incluye el vuelo, hospedaje, transporte. Serán acompañados por uno de sus padres, nuestra entrenadora Jess Ong y Hinns Chuah”, explicó Linda Castro, instructora del programa Ucmas.
Ante eso, los cinco chicos y sus familias buscan ayuda para financiar el viaje, por lo que piden el apoyo de personas y empresas que los puedan patrocinar.
El grupo partirá el 27 de noviembre y llegará a Malasia dos días después. Los primeros días serán de acomodo, preparación y prácticas previas, para competir el 3 de diciembre. La premiación será el día siguiente y regresarán el 7 de diciembre.
“Este año fue hermoso ver cómo los chicos se prepararon para la competencia nacional, para muchos de ellos su meta era participar en la competencia internacional. Nuestro deseo es que Costa Rica pueda darse cuenta lo grandioso de que estos finalistas costarricenses nos representen a nivel internacional”, contó Castro.
La competición consta de varias rondas o niveles, en los que los participantes se enfrentan a cálculos matemáticos cada vez más desafiantes y son juzgados por su precisión, velocidad y capacidad de realizar cálculos mentales sin usar ninguna ayuda como una calculadora o lápiz y papel.
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“Me siento muy emocionada y feliz. Me asombra ver lo que podemos ser capaces de lograr con mucho esfuerzo, compromiso y disciplina. Y sé que cada uno de ellos verán esos frutos”, recalcó la instructora.
Quienes quieran ayudar a la delegación tica, amante de los números y los cálculos, pueden llamar al programa Ucmas, al teléfono 6025-5500.
María Jesús Vega asiste a noveno año en el colegio Liberty Christian Academy, en Moravia. A ella le pedimos un consejo para quienes no terminan por tomarle el gusto a los números. “A todos aquellos que aún no le pierden el miedo a la matemática quiero decirles que le den una oportunidad más. Creo que la clave está en la mentalidad. Si uno llega a sentarse con un mal carácter y con pereza no va a llegar muy lejos y se va a cansar rápidamente. En cambio, si uno cambia esa mentalidad e intenta ir poco a poco con una buena actitud y con las ganas de aprender, les aseguro que los resultados son excelentes. Al final, eso es lo más bonito de la mate, que no tiene pérdida y que todo encaja perfectamente entre sí. La matemática es retadora, pero también es hermosa”.
— Amante de las matemáticas