EscucharEl padre mexicano Byron Carmona Aguirre habló con la Agencia Católica de Informaciones (aciprensa), sobre los errores que cometen los católicos cada 2 de noviembre, Día de los Muertos, el cual también es conocido como el Día de los Fieles Difuntos.
1. Poner en los altares cosas que no son cristianas
El padre Carmona Aguirre recuerda que “el Día de los Muertos es una ocasión para recordar a nuestros seres queridos fallecidos” y, por lo tanto, es fundamental mantener los elementos de los altares en línea con la fe cristiana.
Destaca la necesidad de incluir elementos como un “crucifijo, imágenes de santos, la Virgen María, velas y por supuesto, la fotografía de los difuntos”.
2. Confundir el Día de los Muertos con el culto a la Santa Muerte.
“El Día de los Muertos es una celebración para recordar a los seres queridos que han fallecido”, el cual “nada tiene que ver con el culto idolátrico de la Santa Muerte”.
“Para nosotros, la muerte no es una personificación de algo, no es una deidad”, indica. “En estricto sentido, es la separación del cuerpo y el alma es el término de nuestra vida”, señala el sacerdote.
“El culto (a la muerte) es idolátrico, por supuesto, le abre las puertas al demonio. Muchas personas en confesión vienen a los sacerdotes buscando escapar de este culto, buscando la reconciliación con Dios”, advierte el sacerdote.
3. No entender la naturaleza de la muerte en la fe cristiana
Explica el padre que durante la Edad Media se “hizo muy popular una “devoción” llamada memento mori (Recuerda que morirás), la cual motivaba al cristiano justamente “a vivir en gracia”.
“Para el cristiano (la muerte) es muy gozosa, porque ahí nos encontraremos con nuestro Señor Jesucristo”.
4. Caer en creencias no cristianas y cuestiones esotéricas
“Existe la creencia popular de que particularmente en estos días nuestros antepasados regresan a nuestras casas, propiamente al altar donde se dedicó o se puso alguna foto”. Estas creencias, aclara, “la Iglesia Católica no las afirma ni las defiende”.
Es importante, dice el padre, “quitar de nuestra mente toda falsa creencia de que hay un camino del más allá en donde los muertos estarán aquí y demás, y (que) no hay que pararse a ciertas horas de la noche porque te puedes encontrar con un muerto y demás. Por supuesto que eso no lo creemos, y eso, lejos de ser costumbres cristianas, nos quitan mucho la paz”.
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5. No rezar por los fieles difuntos
El padre Carmona anima a los católicos a aprovechar el 2 de noviembre como “una oportunidad para orar por los difuntos y reflexionar sobre la propia muerte con la esperanza de un encuentro con Dios”.
Además de ir a misa para encomendar a los fieles difuntos, indica, es rezar por ellos, ya sean “familiares cercanos”, conocidos o “por todos los difuntos de todas las familias”.
