Tres científicos costarricenses están a punto de darle un chilillazo al cáncer de mama.
Los encargados de este ambicioso proyecto son Giovanni Garro, Karol Jiménez y Silvia Castro, todos ellos son biólogos y forman parte del Centro de Investigación en Biotecnología del Instituto Tecnológico de Costa Rica.
Desde hace 3 años, este grupo desarrolló una especie de antídoto a base de la raíz del árbol Phyllantus Acuminatus, que es conocido en Tiquicia como “chilillo”, es decir, el objetivo que persiguen es darle un chilillazo al cáncer.
Según los resultados de los primeros experimentos que hicieron, este antídoto logró destruir varias células cancerígenas, de esta manera se comprobó su efectividad.
Esta solución podría representar un avance importante en la ciencia que beneficiaría la calidad de vida, no solo de los ticos, sino también de los habitantes de otras partes del mundo.
Datos de la Caja Costarricense del Seguro Social indican que desde el 2010, cerca de 1.000 personas fueron diagnosticadas con este mal por año; mientras que en todo el planeta, según la Organización Mundial de la Salud cada 2 minutos alguien recibe la mala noticia de ser portador de este mal.
Giovanni Garro, líder del proyecto, reconoció que la iniciativa va por buen camino, aunque todavía no se han hecho exámenes reales en humanos.
“Ya hicimos las pruebas en células cancerígenas y determinamos que lo que estamos haciendo las mata, esto nos dice que es bastante efectivo”, comentó Garro.
“El próximo paso vendrá en unos 2 o 3 años, cuando vayamos a la Universidad Larkin (Florida, Estados Unidos), estando allá este método será aplicado en ratas para saber cómo funciona en un organismo”, añadió.
Sin cortar árboles
Uno de los de aspectos positivos que tiene esta iniciativa, es que no cortaron ningún árbol de Chilillo, pues cultivan las raíces en un laboratorio.
“La raíz es lo que nos sirve, si nosotros vamos a los bosques para traer muestras, tendríamos que cortar todo el árbol y esa no es la idea, por eso es que nosotros cultivamos las raíces de manera artificial y tienen las mismas propiedades”, explicó Garro.
Otro aspecto a destacar, es que esta investigación es la primera en su especie en el país y el mundo, por lo que la cura al cáncer de mama podría salir de manos ticas.
Devuelven esperanza
Doña Kattia Cedeño, de 47 años y vecina de San Francisco de Heredia, superó el cáncer de seno hace un mes, cuando fue operada.
A mediados del año anterior le detectaron esta terrible enfermedad.
De acuerdo con ella, tratamientos como estos le devuelven la esperanza a los afectados, pues se trata de un método natural.
“Conozco sobre el proyecto, me parece que es muy importante porque al ser algo natural podría evitar los efectos secundarios que tiene una quimioterapia como la caída del pelo o las cejas. Al menos yo, solo esos efectos tuve, a otras mujeres les da mareos y vómitos, incluso se les bajan las defensas”, agregó.
Aunque no conoce a ninguno de los tres científicos, Cedeño comentó que muchas familias ponen su futuro en sus manos y conocimiento.
“Que estos muchachos sean ticos enorgullece a muchas personas, pero también le hacen creer a uno que deben seguir investigando para que otras familias no sufran la pérdida de algún ser querido”, finalizó.
En este proyecto también participaron científicos de Laboratorios Lisan, quienes serán los encargados de comercializar el producto cuando esté terminado. Aún se desconoce la forma en que podría ser suministrado, ya que podrían pastillas, vacunas o jarabes.