EscucharCindy Picado observaba hacia afuera por las ventanas del cuarto de su hija, en San Isidro de Heredia, cuando de pronto algo no encajaba en el paisaje.
Una especie de mancha blanca se movía a gran velocidad, se desplazaba por los aires de un lugar a otro. Picado pensó que era un pájaro, un helicóptero, una avioneta, pero los trayectos y la velocidad del objeto la dejaron sin explicación. Entonces le avisó al esposo: "Alejandro venga rápido y traiga la cámara". Eran aproximadamente las 5:30 p. m.
Alejandro Sáenz subió al segundo piso como un cachiflín y le preguntó a la esposa: '¿Qué tenía que mirar?'. Ella le señaló hacia el sur por donde aún se veía el objeto. "No lo vi al principio, pero luego lo miré, acerqué el zoom y nos dimos cuenta que eran objetos que volaban, apenas tuve el foco disparé tres veces. A simple vista se miraba solo una cosa", explicó el arquitecto.
El gusto por fotografiar un pajarito, un paisaje, la puesta del sol o el arcoíris le permitió captar a la pareja por cuarta ocasión en su vida objetos raros, pero la experiencia del lunes 3 de abril ha sido la más impresionante.
Alguna vez se sorprendieron con algo que tomaron en Santo Tomás, en Heredia y en el Chirripó, pero esta prueba es la que más los deja con la boca abierta.
"Tenía la tarde libre, me gusta ver los atardeceres y echar un vistazo. Del cuarto se ve la pista (la Braulio Carrillo, San José-Limón) y noté que algo iba bajando y se desplazaba detrás de los árboles. ¿Qué hace una avioneta por ese lado?, me pregunté. Pero giraba, bajaba y subía y al ver que se topó con otra cosa llamé a mi esposo", expresó Picado.
Alejandro tiene una cámara con un zoom de 90X, es decir un teleobjetivo bastante potente que se utiliza muchas veces para ver pájaros.
"A veces vemos algo raro y la gente dice es un avión, pero no lo es, y ya los demás lo dan por verdadero, o hay una nube rara y descartan algo, pero esto que captamos el lunes pasado sacó de contexto todo porque es la más certera y la pudimos documentar", dijo Sáenz.
Sin trucos
Consultamos con el ufólogo Óscar Sierra y nos respondió que no le parece que la imagen tenga truco.
"Al ampliarla al máximo, el pixelaje se ve parejo y se integra bien con el fondo. Cuando es un montaje se corta, pero este se integra suavemente, no hay recorte. Con Photoshop se puede suavizar, pero afecta los píxeles y aquí no veo eso. Para mí, es un ovni (objeto volador no identificado)".
El departamento de fotografía de Grupo Nación también analizó la foto y el editor Marvin Caravaca concluyó dos cosas: que la foto nunca ha sido publicada, por lo que se descarta un montaje y el pixelaje es continuo. "Diría que es una foto real, no está manoseada y no sé qué son esas cosas que se ven", afirmó Caravaca.
Sierra cree que en vez de una nave espacial le parece un fenómeno conocido entre los ufólogos como ebani (entidad biológica no identificada) por su forma alargada.
"No se ven como los ovnis clásicos que tienen como un campo de fuerza alrededor, sino ebanis o seres vivos. Son como una forma de vida que la ciencia no ha podido confirmar"; explicó Sierra.
De cualquier forma, Sáenz y Picado seguirán mirando al cielo para captar con sus lentes los hermosos paisajes que ofrece Costa Rica y quien quite en otra se les asome algo extraño.
