"La mezquindad de algunos al no reconocer aportes del pasado no debe emularse e impedirnos celebrar una reparación importante para el país", fueron las palabras de una publicación que hizo la expresidenta Laura Chinchilla en su cuenta de Twitter y que fueron suficientes para que le lloviera parejo.
El comentario fue a raíz de la apertura del puente de la platina, el miércoles pasado, luego de que el gobierno de Luis Guillermo Solís tomara el toro por los cuernos y le pusiera fin al infierno en lo que se convirtió el paso por la estructura para viajar entre Chepe y Alajuela.
Chinchilla quiso darse el mérito de que en su gobierno ya estaban adelantados los trámites para el arreglo del puente; sin embargo, le salió el tiro por la culata, porque más de un tuitero le recordó el platal que se echó a la basura a punta de remiendos que no sirvieron para nada.
En el gobierno de doña Laura se gastaron unos ¢4.391 millones en reparaciones, pero la platina volvía a aparecer.
Gustavo Araya, experto en comunicación política, cree que doña Laura necesita un poco de asesoría antes de meter la pata, como ya lo ha hecho en reiteradas ocasiones en contra del gobierno actual.
Araya considera que la primera regla que debería poner en práctica la presidenta de la República en el período 2010-2014, es no nadar contra la corriente.
"Debería aprovechar la corriente a su favor y si iba a opinar era para celebrar como todos los demás que este proyecto ya fuera una realidad. En este caso era mejor no publicar, porque le echa a perder la celebración a los demás, debía felicitar al gobierno por lograrlo", explicó don Gustavo.
El especialista considera que la segunda regla en comunicación política a la que faltó doña Laura es que si no la nombran no tenía la necesidad de defenderse.
"Si el Gobierno no le mencionó, ¿para qué manifestarse? Este problema tenía casi diez años de estar y se le achaca a su gobierno principalmente el que no se haya solucionado, así que en estos casos es mejor quedarse callado", consideró Araya.
Don Gustavo cree que si quería darse el mérito debía mencionar qué decreto, con fecha incluida, era la prueba de que algo tuvo que ver el gobierno pasado.
Duros comentarios.
Los seguidores de la cuenta de Chinchilla le dejaron varios comentarios haciéndole ver su inconformidad por la publicación. Algunos de ellos fueron:
"El presidente de una Nación es un servidor público que en lugar de recibir o esperar reconocimiento busca la manera de dar más por su pueblo”, publicó Herman H. Petzold.
“La mezquindad de unos de no celebrar las cosas buenas que hicieron otros, solo porque ellos no pudieron hacerlo, no debe emularse”, aseguró Luis Alfaro.
“Reparación fue lo que se intentó hacer durante su mandato. Esto es un puente nuevo. Construido desde sus cimientos”, dijo José Miranda.
“Tenga un poco de vergüenza y acepte que su gestión en ese puente fue un fiasco. El pueblo se lo sigue cobrando y caro está usted pagando”, Francoly Carrillo.
“No fueron aportes sino despilfarros, debería darle vergüenza siquiera sugerir que se le debe reconocer algo a su gobierno”, dijo Ana Eliza Monge.
Estos comentarios tan solo son una probadita del montón que sobraban en la red social, porque a muchos les molestó el hecho de que Chinchilla dijera que era una reparación cuando construyeron una nueva estructura.
Ante esos cometarios, la exmandataria no dijo ni pío. La Teja llamó a la expresi a su número celular, sin embargo, no contestó las llamadas.
Por otra parte, Casa Presidencial informó, mediante un correo electrónico, que no tenían ningún comentario que emitir, cuando se le consultó la opinión a Luisgui.
En el nuevo puente el gobierno invirtió ¢7.409 millones.