El chef Paul “el Mae” Sánchez, está que no se cambia por nadie, ya que está cumpliendo el sueño de su vida al honrar la memoria de su abuelita llevando el delicioso sabor de su cuchara fuera de Costa Rica.
Paul creció en San Francisco de Dos Ríos y desde siempre sintió una gran admiración por su abuelita, Iris Sánchez Badilla.
En el 2004, cuando tenía 15 años, se fue a vivir a Canadá con la mamá y la hermana y después de terminar la secundaria estudió para convertirse en chef.
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“Trabajé muchos años en cocinas muy buenas aquí en Toronto, en Ontario. También viajé por temporadas, por lo que estuve en Costa Rica, en Honduras y en varias partes de Centroamérica aprendiendo y mejorando mis técnicas.
“Luego regresé a Canadá, pero antes de la pandemia estuve una vez más en Costa Rica, estuve cuatro años conociendo mi país, probando comidas de norte a sur, del Caribe al Pacífico. Quería aprender todos los secretos de Costa Rica y aparte deseaba fortalecer las recetas que mi abuela me dejó. Ella cocinaba muy muy rico, tenía una soda cuando yo era pequeño y tengo en mis memorias los frijoles blancos con pata de chancho que hacía, el arroz cantonés, el gallo pinto, esa fue mi niñez.
“Antes de que empezara el covid-19 mi abuela murió. Regresé a Canadá y estuve pensando varios años qué era lo que quería hacer para mi futuro y me dije que qué mejor forma de honrar la memoria de mi abuela que hacer un restaurante costarricense aquí en Toronto con las recetas de ella, así fue como hace dos meses nació El Mae Restaurante”, contó Paul.
El tico dice que este es el único restaurante de comida tica que hay en Ontario y está muy agradecido por el gran apoyo que ha recibido por parte de la comunidad costarricense que está viviendo en Canadá.
El plato estrella
Paul dice que el plato estrella de su restaurante es uno muy típico: el famoso chifrijo.
“La gente se está volviendo loca con ese plato y nos está volviendo famosos, nos han invitado a la radio, a la televisión, estamos fuertes en las redes sociales con ese plato, gracias a Dios nos está yendo muy bien.
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“Me encanta que hay sábados que esto parece el mercado central, mae por aquí, pura vida por allá, eso me emociona mucho. Somos pocos ticos aquí, pero somos muy unidos. Hay una tica que hace empanadas de chiverre y yo la dejo que las venda en el restaurante, igual pasa con tamales y otras cosas que hagan los ticos.
El tico ofrece en su menú ceviches de camarón, de pescado, de mango, de plátano verde y de palmito. Además, el chifrijo que es su plato estrella, vigorón, rice and beans, gallo pinto, arroz con pollo, casados ticos y de vez en cuando hace platos especiales como los frijoles blancos con pata de chancho que preparó hace dos semanas.
Paul dice que los ticos que llegan a su local lo que más piden es el chifrijo y los ceviches.
Además, del restaurante el empunchado chef ofrece sus platos por medio de plataformas digitales, eso le permite ampliar su mercado.
Los canadienses han tenido una gran aceptación hacia los platillos, ya que una vez que los prueban, les encantan.
Muchas metas
Antes de abrir el restaurante, Paul tuvo muchas dudas de si pegaría, pero las dudas se fueron disipando porque vio el gran apoyo que tuvo.
“Hemos superado las expectativas, mi meta es de aquí a un año tener un restaurante más grande y por qué no, más adelante tener hasta sucursales”.
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De momento, el tico es el único trabajador del restaurante porque es bastante pequeño, está en un centro de comidas latinas y él solo da a basto con los pedidos, aunque claro, a veces tiene que ponerle más de la cuenta.
El horario del restaurante es de martes a sábado de mediodía a 10 p.m. y domingos de 11 a. m. a 6 p. m.
El chef dice que hay productos costarricenses que consiguen con facilidad como la yuca, la salsa Lizano y los plátanos, pero otros ha tenido que sustituirlos por productos canadienses.
“Con el ceviche me ha tocado usar basa, que es el pescado más parecido a la corvina de Costa Rica. Cuando hago tamales es muy difícil encontrar bomba y me toma mucho tiempo hacer algo que se le parezca. Las caldosas en mi menú están hechas con Doritos porque no se consiguen las picaritas, por citar algunos ejemplos de lo que no se consigue aquí”, manifestó.
Paul dice que lo que más le da alegría es cuando el restaurante se llena de puros ticos y empiezan a compartir entre todos para conocerse.
Este pulseador está planeando organizar un evento para el 15 de setiembre, ya que quiere reunir a muchos ticos para celebrar la Independencia de Costa Rica.