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Chanchito que iban a rifar en carrera del "huevo duro" intentó huir por su vida

Puerquito era el premio principal en la competencia de atletismo que se hizo este domingo en Cartago

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Muchos esperan que el chanchito no termine convertido en chicharrones, como le pasó al cerdo que rifaron en Alajuelita. Foto: Archivo (Marvin Gamboa)

La competencia del “huevo duro” de 9,6 kilómetros, que se corrió este domingo en El Tejar de El Guarco, tenía como ingrediente especial que entre los atletas se iba a rifar un chanchito.

De acuerdo con los organizadores, el que se lo ganara iba a tener que tomar una decisión, si lo convertía en chicharrones o se lo dejaba como mascota.

Lo que nadie imaginó es que el cerdito ya se la olía, por eso, la noche del sábado se escapó.

Javier Méndez, uno de los promotores de la actividad, le contó a La Teja que cuando le informó a los atletas lo que había pasado se pusieron chivísimas, ya que a la mayoría se le hacía la boca agua pensando en una buena chicharronada.

“Cuando les expliqué la situación a los 350 atletas que participaron empezaron a gritar que había chorizo, pero yo les dije que les iba a dar mi palabra de que sí se entregaría”, agregó.

Méndez mencionó que minutos después de finalizada la competencia le avisaron que lo habían capturado.

Según él, la entrega del chanchito la van a hacer este miércoles, para que nadie piense que todo se trató de un chanchullo.

Originalmente al pobre bichito lo iban a entregar asado, pero como se escapó no lo pudieron cocinar.

Cerca de 350 atletas participaron de la actividad. Foto: Fernando Gutiérrez. (Fernando Gutiérrez)

En Alajuelita se hicieron famosos cuando los vecinos de la urbanización La Chorotega hicieron una llamativa rifa el 20 de agosto.

Tal como lo informó La Teja, el primer premio era un cerdo casi completo, ya que lo entregaban sin una pierna; el segundo lugar se iba a llevar la pata que le hacía falta al premio mayor, mientras que para el tercer ganador eran dos botellas de ron.

Antes de darle muerte al animalito, los organizadores le preguntaron a los ganadores si querían perdonarle la vida, algo a lo que ellos accedieron, pues pidieron plata a cambio de no mandarse al cerdo.

Pero como dice el dicho “a todo chancho le llega su Navidad”, ya que al de la tierra del chinchiví lo devolvieron a su dueño original, quien le dio muerte, porque ya no podía tenerlo.

Ahora solo queda esperar a ver qué van a hacer con el marrano de Cartago ¿Le perdonarán la vida?

El cerdo de Alajuelita terminó su vida en una olla de chicharrones. Foto: John Durán. (JOHN DURAN)

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